Resulta claro que los pueblos originarios en latinoamérica están asumiendo una posición crítica respecto a la actividad minera en los países de este ámbito geográfico. Y el caso mexicano nos muestra esto. Y es que detrás de esto están derechos básicos como el derecho al agua, a un medio ambiente sano, a la convivencia respetuosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario