sábado, 30 de enero de 2010

¿No se debe magnificar las cosas, tampoco se debe alarmar?

No creo razonable que el gobierno, en aras de un optimismo desenfrenado, minimice una situación que resulta grave, si analizamos que justamente en el sur andino estos problemas se repiten año a año y, aparentemente, como país, no aprendemos aun la prevención necesaria.











Rodrigo Montoya opina sobre el proceso boliviano

Rodrigo Montoya concluye en un artículo muy interesante que "No será fácil acabar con el Estado colonial. El bello texto de una constitución en la que se depositan todos los sueños de igualdad y justicia, no es suficiente; es sólo un primer paso. No será fácil destruir las raíces profundas de la herencia colonial de quinientos años de exclusión e injusticia".

lunes, 25 de enero de 2010

Emergencia en el Cusco

Aunque estamos en temporada de lluvias, lo que está sucediendo está más allá de lo normal. Hoy los medios de comunicación informan que el Gobierno ha declarado el estado de emergencia en los departamentos de Apurímac y Cusco.

Una vez más es importante actuar y, al mismo tiempo, reflexionar respecto a si estamos preparados o preparándonos, por lo menos, para una catástrofe que podría ocurrir en cualquier momento.



El desastre es considerable y da muestra de nuestra falta de previsión. Este video muestra lo que ocurrió en Lucre:

jueves, 21 de enero de 2010

¿Coincidencia o algo más?

Hoy los medios de comunicación informaron de dos hechos que son trascendentes para los países andinos y para la comprensión de lo que debiera ser nuestro rumbo histórico, dentro de nuestra complejidad cultural, étnica. Es decir, debemos apreciar la viabilidad de nuestros sueños.
En primer lugar, me encontré con la información, en Perú 21, de que "El Cienciano del Cusco es el mejor equipo peruano de fútbol de los últimos 20 años, según se desprende de un ranking elaborado por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS por sus siglas en inglés) en base al rendimiento de cada equipo desde 1991" . Ahí publicaron un vídeo que recuerda la hazaña vivida en el 2003 y, aunque con jugadores casi todos de fuera del Cusco, ese equipo cusqueños y centenario, logró lo que ningún equipo peruano, ni siquiera los "grandes", ha logrado, ni remotamente.
"Esta lista es liderada por el Barcelona de España, seguido por el Manchester de Inglaterra, Real Madrid de España y la Juventus de Italia. El cuadro cusqueño aparece en el puesto 109 del ranking, seguido por el Sporting Cristal (134), Universitario de Deportes (149) y Alianza Lima (183)".



El otro hecho del que pocos medios informaron es la toma de mando del Presidente Evo Morales en Tiwanaku. Un hecho simbólico, pero de trascendencia en la historia de nuestros pueblos, pues se constituye en el primer Estado que reconoce su ser plurinacional. Esos es sumamente importante, pues en nuestro país aun esta realidad es negada y sigue monopolizando el poder un Estado colonial.



Creo que, en este caso no se trata de simples coincidencias. Se trata de un mensaje de la propia madre tierra para que entendamos que, como países y culturas, sin negar nuestra pluralidad, nuestra paqarina está en los Andes.

miércoles, 20 de enero de 2010

¿Independencia en Latinoamérica?

En el año que empiezan las celebraciones por el bicentenario de la Independencia de los países latinoamaricanos es importante reflexionar respecto al alcance de esa independencia: ¿qué tan independientes somos en realidad? La respuesta a esa pregunta, me temo, es deplorable.
Y es eso lo que, creo, se puede concluir luego de leer el editorial a la edición española de Le Monde Diplomatique de enero de 2010, más allá de la simpatía o antipatía que despierta el caudillo venezolano. El texto termina con una interrogante que, viendo el curso de losacontecimientos recientes, indica que no pocos pueblos sudamericanos consentirán el rol imperial de EEUU, me temo.
Transcribo el texto de Ignacio Ramonet, que recoge un discurso pronunciado en diciembre pasado:

La llegada al poder, en Venezuela, del Presidente Hugo Chávez el 2 de febrero de 1999 coincidió con un acontecimiento militar traumático para Estados Unidos: la clausura de su principal instalación militar en la región, la base Howard, situada en Panamá, cerrada en virtud de los Tratados Torrijos-Carter (1977).
En sustitución, el Pentágono eligió cuatro localidades para controlar la región: Manta en Ecuador, Comalapa en El Salvador y las islas de Aruba y Curazao (de soberanía holandesa). A sus -por decirlo así- ‘tradicionales' misiones de espionaje, añadió nuevos cometidos oficiales a estas bases (vigilar el narcotráfico y combatir la inmigración clandestina hacia Estados Unidos), y otras tareas encubiertas: luchar contra los insurgentes colombianos; controlar los flujos de petróleo y minerales, los recursos en agua dulce y la biodiversidad. Pero desde el principio sus principales objetivos fueron: vigilar Venezuela y desestabilizar la Revolución Bolivariana.
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, definió una nueva doctrina militar para enfrentar al "terrorismo internacional". Modificó la estrategia de despliegue exterior, fundada en la existencia de enormes bases dotadas de numeroso personal. Y decidió reemplazar esas megabases por un número mucho más elevado de Foreign Operating Location (FOL, Sitio Operacional Preposicionado) y de Cooperative Security Locations (CSL, Sitio Compartido de Seguridad) con poco personal militar pero equipado con tecnologías ultramodernas de detección.
Resultado: en poco tiempo, la cantidad de instalaciones militares estadounidenses en el extranjero se multiplicó, alcanzando la insólita suma de 865 bases de tipo FOL o CSL desplegadas en 46 países. Jamás en la historia, una potencia multiplicó de tal modo sus puestos militares de control para implantarse a través del planeta.En América Latina, el redespliegue de bases ya permitió que la de Manta (Ecuador) colaborase en el fallido golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra el Presidente Chávez. A partir de entonces, una campaña mediática dirigida por Washington empieza a difundir falsas informaciones sobre la pretendida presencia en ese país de células de organizaciones como Hamás, Hezbolá y hasta Al Qaeda. Con el pretexto de vigilar tales movimientos, y en represalia contra el gobierno de Caracas que puso fin, en mayo de 2004, a medio siglo de presencia militar estadounidense en Venezuela, el Pentágono amplia el uso de sus bases militares en las islas de Aruba y Curazao, situadas muy cerca de las costas venezolanas, donde últimamente se han incrementado las visitas de buques de guerra estadounidenses.
Lo cual ha sido recientemente denunciado por el Presidente Chávez: "Es bueno que Europa sepa que el imperio norteamericano está armando hasta los dientes, llenando de aviones de guerra y de barcos de guerra las islas de Aruba y Curazao. (...) Estoy acusando al Reino de los Países Bajos de estar preparando, junto al imperio yanqui, una agresión contra Venezuela" (1).
En 2006, se empieza a hablar en Caracas de "socialismo del siglo XXI", nace la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) y Hugo Chávez es reelegido presidente. Washington reacciona imponiendo un embargo sobre la venta de armas a Venezuela, bajo el pretexto de que Caracas "no colabora suficientemente en la guerra contra el terrorismo". Los aviones F-16 de las fuerzas aéreas venezolanas se quedan sin piezas de recambio. Ante esa situación, las autoridades venezolanas establecen un acuerdo con Rusia para dotar a su fuerza aerea de aviones Sukhoi. Washington denuncia un presunto "rearmamento masivo" de Venezuela, omitiendo recordar que los principales presupuestos militares de América Latina son los de Brasil, Colombia y Chile.
Y que, cada año, Colombia recibe una ayuda militar estadounidense de 630 millones de dólares (unos 420 millones de euros).
Apartir de ahí, las cosas se aceleran. El 1 de marzo de 2008, ayudadas por la base de Manta, las fuerzas colombianas atacan un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) situado en el interior del territorio de Ecuador. Quito, en represalia, decide no renovar el acuerdo sobre la base de Manta que vence en noviembre de 2009. Washington responde, el mes siguiente, con la reactivación de la IV Flota (desactivada en 1948, hace sesenta años...) cuya misión es vigilar la costa atlántica de América del Sur. Un mes más tarde, los Estados sudamericanos, reunidos en Brasilia, replican creando la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), y, en marzo de 2009, el Consejo de Defensa Suramericano.
Unas semanas después, el embajador de Estados Unidos en Bogotá anuncia que la base de Manta será relocalizada en Palanquero, Colombia.
En junio, con el apoyo de la base estadounidense de Soto Cano, se produce el golpe de Estado en Honduras contra el Presidente Manuel Zelaya quien había conseguido integrar a su país en el ALBA. En agosto, el Pentágono anuncia que dispondrá de siete nuevas bases militares en Colombia. Y en octubre, el presidente conservador de Panamá, Ricardo Martinelli, admite que ha cedido a Estados Unidos el uso de cuatro nuevas bases militares.
De ese modo, Venezuela y la Revolución Bolivariana se ven rodeadas por nada menos que trece bases estadounidenses, situadas en Colombia, Panamá, Aruba y Curazao, así como por los portaaviones y navíos de guerra de la IV Flota. El Presidente Obama parece haber dejado manos libres al Pentágono. Todo anuncia una agresión inminente. ¿Consentirán los pueblos que un nuevo crimen contra la democracia se cometa en América Latina?
Notas:
(1) Discurso en el Encuentro del ALBA con los Movimientos Sociales de Dinamarca, Copenhague, 17 de diciembre de 2009.

sábado, 16 de enero de 2010

Chumbivilcas

Las provincias altas del Cusco son una región hermosa pero de difícil geografía y con microclimas de lo más variados. Lo que sí, en Chumbivilcas tuve la suerte de poder apreciar y disfrutar de la comunión del hombre con los pajonales y los caballos.

El aire frío, el sonido musical de esas cuerdad melancólicas, la conciencia de la nimiedad y la soledad del ser humano frente al mundo.

Un pequeño homeaje a los Qorilazos. Vean esos caballos y el montar elegante de los jinetes. Debiéramos aprovechar esa nuestra rica tradición para lucirla con cortes modernos, nada más, traerla al hoy.




Y en esta versión en la que las letras dstacan esas divisiones sociales mezcladas con elementos étnicos.



Por último, la grandeza de una cultura que se transmite de generación en generación. Y hoy utiliza, además, las tecnologías de la información.

El kajelo

Mucha fuerza en esta danza.

Una sola gran fuente

En Youtube me encontré esta Cueca en kechua. Muy interesante, pues en una definición sencilla que encontré en Wikipedia, se señala lo siguiente:
"La cueca es un baile de pareja suelta, en el que se representa el asedio amoroso de una mujer por un hombre. Los bailarines, que llevan un pañuelo en la mano derecha, trazan figuras circulares, con vueltas y medias vueltas, interrumpidas por diversos floreos. Es la danza nacional oficial de Chile1 y bailada en el oeste de América del Sur, desde Bolivia, como danza típica, hasta Argentina y Colombia, teniendo distintas variedades según las regiones y las épocas".
Una razón más para buscar los elementos que nos unen, una fuente de origen ancestral creo yo.

lunes, 11 de enero de 2010

Libro de cuentos "Infiel"

Joyce Carol Oates ha publicado Infiel, libro que, según Winston Manrique Sabogal, es su mejor libro de cuentos. "Un volumen de 21 cuentos en el que la siempre candidata al premio Nobel de Literatura ha dado un paso más allá en su exploración y conocimiento de la psicología y emociones del individuo".


En el Suplemento Babelia del diario El País de España, se ha publicado uno de los relatos que conforman dicho libro: Au Sable. Aquí les dejo el link para acceder a ese cuento.


Un párrafo de dicho relato que me conmovió es el siguiente: "Hemos estado mirando los álbumes, fotos viejas y demás, y disfrutando de lo lindo. Cosas que hacía cuarenta años que no veía. Teresa no para de exclamar: «¡Vaya! ¿Hicimos
todo eso? ¿Vivimos todo eso?». Es algo extraño y humillante, en cierto modo, darse cuenta de que hemos sido condenadamente felices, incluso cuando no lo sabíamos. Debo confesar que no tenía ni idea. Tantos años, echando la vista atrás, Teresa y yo llevamos sesenta y dos años juntos; se diría que podría ser muy deprimente pero en realidad, bien mirado, no lo es. Teresa dice: «Hemos vivido unas tres vidas, ¿verdad?»".

domingo, 10 de enero de 2010

Arte y ciclismo

Este video me parece una obra de arte, además de quedar clarísima la genialidad del ciclista.

Propuesta clara para combatir el tráfico de drogas

Mario Vargas Llosa ha publicado, en su columna, un artículo en el que mantiene una postura que, creo, es por la que se debiera optar ante el fracaso rotunda de las políticas represivas. Transcribo el referido texto:


Hace algún tiempo escuché al presidente de México, Felipe Calderón, explicar a un grupo reducido de personas, qué lo llevó hace tres años a declarar la guerra total al narcotráfico, involucrando en ella al Ejército. Esta guerra, feroz, ha dejado ya más de quince mil muertos, incontables heridos y daños materiales enormes.
El panorama que el presidente Calderón trazó era espeluznante. Los cárteles se habían infiltrado como una hidra en todos los organismos del Estado y los sofocaban, corrompían, paralizaban o los ponían a su servicio. Contaban para ello con una formidable maquinaria económica, que les permitía pagar a funcionarios, policías y políticos mejores salarios que la administración pública y una infraestructura de terror capaz de liquidar a cualquiera, no importa cuán protegido estuviera. Dio algunos ejemplos de casos donde se comprobó que los candidatos finalistas de concursos para proveer vacantes en cargos oficiales importantes relativos a la seguridad habían sido previamente seleccionados por la mafia.
La conclusión era simple: si el gobierno no actuaba de inmediato y con la máxima energía México corría el riesgo de convertirse en poco tiempo en un narcoestado. La decisión de incorporar al Ejército, explicó, no fue fácil, pero no había alternativa: era un cuerpo preparado para pelear y relativamente intocado por el largo brazo corruptor de los cárteles.
¿Esperaba el presidente Calderón una reacción tan brutal de las mafias? ¿Sospechaba que el narcotráfico estuviera equipado con un armamento tan mortífero y un sistema de comunicaciones tan avanzado que le permitiera contraatacar con tanta eficacia a las Fuerzas Armadas? Respondió que nadie podía haber previsto semejante desarrollo de la capacidad bélica de los narcos. Estos iban siendo golpeados, pero, había que aceptarlo, la guerra duraría y en el camino quedarían por desgracia muchas víctimas.
Esta política de Felipe Calderón que, al comienzo, fue popular, ha ido perdiendo respaldo a medida que las ciudades mexicanas se llenaban de muertos y heridos y la violencia alcanzaba indescriptibles manifestaciones de horror. Desde entonces, las críticas han aumentado y las encuestas de opinión indican que ahora una mayoría de mexicanos es pesimista sobre el desenlace y condena esta guerra.
Los argumentos de los críticos son, principalmente, los siguientes: no se declaran guerras que no se pueden ganar. El resultado de movilizar al Ejército en un tipo de contienda para la que no ha sido preparado tendrá el efecto perverso de contaminar a las Fuerzas Armadas con la corrupción y dará a los cárteles la posibilidad de instrumentalizar también a los militares para sus fines. Al narcotráfico no se le debe enfrentar de manera abierta y a plena luz, como a un país enemigo: hay que combatirlo como él actúa, en las sombras, con cuerpos de seguridad sigilosos y especializados, lo que es tarea policial.
Muchos de estos críticos no dicen lo que de veras piensan, porque se trata de algo indecible: que es absurdo declarar una guerra que los cárteles de la droga ya ganaron. Que ellos están aquí para quedarse. Que, no importa cuántos capos y forajidos caigan muertos o presos ni cuántos alijos de cocaína se capturen, la situación solo empeorará. A los narcos caídos los reemplazarán otros, más jóvenes, más poderosos, mejor armados, más numerosos, que mantendrán operativa una industria que no ha hecho más que extenderse por el mundo desde hace décadas, sin que los reveses que recibe la hieran de manera significativa.
Esta verdad vale no solo para México sino para buena parte de los países latinoamericanos. En algunos, como en Colombia, Bolivia y el Perú avanza a ojos vista y en otros como Chile y Uruguay de manera más lenta. Pero se trata de un proceso irresistible que, pese a las vertiginosas sumas de recursos y esfuerzos que se invierten en combatirlo, sigue allí, vigoroso, adaptándose a las nuevas circunstancias, sorteando los obstáculos que se le oponen con una rapidez notable, y sirviéndose de las nuevas tecnologías y de la globalización como lo hacen las más desarrolladas transnacionales del mundo.
El problema no es policial sino económico. Hay un mercado para las drogas que crece de manera imparable, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados, y la industria del narcotráfico lo alimenta porque le rinde pingües ganancias. Las victorias que la lucha contra las drogas puede mostrar son insignificantes comparadas con el número de consumidores en los cinco continentes. Y afecta a todas las clases sociales. Los efectos son tan dañinos en la salud como en las instituciones. Y a las democracias del Tercer Mundo, como un cáncer, las va minando.
¿No hay, pues, solución? ¿Estamos condenados a vivir más tarde o más temprano, con narcoestados como el que ha querido impedir el presidente Felipe Calderón? La hay. Consiste en descriminalizar el consumo de drogas mediante un acuerdo de países consumidores y países productores, tal como vienen sosteniendo “The Economist” y buen número de juristas, profesores, sociólogos y científicos en muchos países del mundo sin ser escuchados. En febrero del 2009, una Comisión sobre Drogas y Democracia creada por tres ex presidentes, Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo, propuso la descriminalización de la marihuana y una política que privilegie la prevención sobre la represión. Estos son indicios alentadores.
La legalización entraña peligros, desde luego. Y, por eso, debe ser acompañada de un redireccionamiento de las enormes sumas que hoy día se invierten en la represión, destinándolas a campañas educativas y políticas de rehabilitación e información como las que, en lo relativo al tabaco, han dado tan buenos resultados. El argumento según el cual la legalización atizaría el consumo como un incendio, sobre todo entre los jóvenes y niños, es válido, sin duda. Pero lo probable es que se trate de un fenómeno pasajero y contenible si se lo contrarresta con campañas efectivas de prevención. De hecho, en países como Holanda donde se han dado pasos permisivos en el consumo de las drogas, el incremento ha sido fugaz y luego de un cierto tiempo se ha estabilizado. En Portugal, según un estudio del CATO Institute, el consumo disminuyó después que se descriminalizara la posesión de drogas para uso personal.
¿Por qué los gobiernos, que día a día comprueban lo costosa e inútil que es la política represiva, se niegan a considerar la descriminalización y a hacer estudios con participación de científicos, trabajadores sociales, jueces y agencias especializadas sobre los logros y consecuencias que ella traería? Porque, como lo explicó hace 20 años Milton Friedman, quien se adelantó a advertir la magnitud que alcanzaría el problema si no se lo resolvía a tiempo y a sugerir la legalización, intereses poderosos lo impiden. No solo quienes se oponen a ella por razones de principio. El obstáculo mayor son los organismos y personas que viven de la represión de las drogas, y que, como es natural, defienden con uñas y dientes su fuente de trabajo. No son razones éticas, religiosas o políticas sino el crudo interés el obstáculo mayor para acabar con la arrolladora criminalidad asociada al narcotráfico, la mayor amenaza para la democracia en América Latina, más aún que el populismo autoritario de Hugo Chávez y sus satélites.
Lo que ocurre en México es trágico y anuncia lo que empezarán a vivir tarde o temprano los países que se empeñen en librar una guerra ya perdida contra ese otro Estado que ha ido surgiendo delante de nuestras narices sin que quisiéramos verlo.

miércoles, 6 de enero de 2010

La oración de Gastón Acurio

Ante todo, señalar que hace un tiempo escribí un post sobre un artículo de Gastón Acurio que me pareció sumamente interesante. Es más, por falta de tiempo y dedicación no amplié ese post sobre la base de otro artículo suyo, más amplio, que leí en la revista Poder. En dicho artículo, Acurio se pregunta lo siguiente: "¿No será que primero debemos definir, entre todos quienes hemos tenido una oportunidad o una cuota de poder en nuestro país, una ética y unos objetivos comunes que nos conduzcan por una línea de comportamiento inquebrantable, que logre recuperar la confianza y la fe de la población en líderes cuyo único norte sea el desarrollo del Perú?".

Creo que, sin lugar a dudas, Gastón Acurio es el empresario que debiera tomarse como ejemplo a seguir, pues lo suyo no es simplemente una búsqueda comercial, sino que se trata, además, de un compromiso con el lugar en que nació y con los suyos.

Sin embargo, hace apenas unos días me llegó por correo electrónico, el texto de la oración que habría leído en el Día Mundial de la Oración. En dicho texto, muy simpático aunque por momentos con excesos de miel, he podido apreciar lo que, en el video que cuelgo se puede apreciar de mejor manera: que esa oración es la oración de la gente que teniendo el poder quiere llegar a convencerse de que es tiempo de dejar de pensar solo en ellos y que hay que empezar a pensar también en los demás.

Lo primero que hay que destacar es que se vuelve a poner de moda aquello de que el Perú es rico por donde lo veamos, por lo que le dice a dios lo siguiente: "reuniste todas las riquezas, todas las sangres, todos los climas, todas las oportunidades para que un día este pedazo de la tierra sea el más hermoso de los espacios para vivir.Llenaste sus montañas de oro, plata y minerales. Pusiste inmensos lagos de gas y petróleo bajo sus selvas, y sobre ellos, árboles, vegetación y naturaleza infinita". Algo así como que somos los elegidos y solo falta que nos demos cuenta de ello para lograrlo. Una visión mesiánica del país, que no me agrada, toda vez que es contraria a la humildad que se pregona en la propia oración.

Lo que sí, por supuesto, esa visión está referida al país como territorio geográfico y hasta lo que son sus culturas, dejando respirar el profundo racismo que nos agobia como país, pero contra el cual no luchamos y ni siquiera reconocemos: "Hiciste que vinieran todos los hombres y mujeres del mundo a instalarse en nuestra tierra trayendo consigo lo mejor de sus mundos bajo el brazo. Y vinieron gentes de Europa, de Asia y de África. Todos a asimilarse y mimetizarse con las antiguas culturas del Perú, formando un hermoso y envidiable crisol de culturas único en el mundo". Ni una palabra de las gentes que habitaron ancestralmente estos territorios y en cuya obra se sustenta la grandeza de la cultura andina. Claro, el hombre andino, los indígenas (y con ello, mucho de nosostros mismos) es despreciado y a lo más que se llega es a apreciar su "cultura". Pero el ser humano no cuenta, salvo para que los que tienen una cuota de poder los ayuden, cual obra de caridad.

Como en toda oración, la humildad debe ser el traje necesariamente: "Señor todopoderoso, estamos aquí para decir y reconocer con humildad que tu no nos has fallado. Que esta tierra no nos ha fallado. Somos nosotros los que hemos fallado". ¿Quiénes son esos "nosotros"?, ¿solamente aquellos peruanos elegidos para esta última gran batalla?, ¿quiénes son los hombres y mujeres elegidos para conducir a nuestro pueblo y nuestro Perú?, ¿nuestros poderosos que miran con indiferencia el mundo que los rodea?

Creo que esta oración es de aquellos que estando arriba se conduelen de los que están abajo y quieren su mejoría, aunque, claro está, ello no significa perder los beneficios de esta sociedad.

En ese snetido, prefiero al GAstón Acurio laico que escribía en la revista Poder lo siguiente: "En la justicia, ¿queremos seguir echando la culpa de la corrupción de nuestro sistema judicial a sus funcionarios?, ¿o enfrentar la realidad de que son los abogados, y sus a menudo muy influyentes y respetados clientes, los que corrompen y quiebran un sistema que debe ser, con urgencia, un impecable y admirado modelo judicial, que le devuelva a su pueblo la fe en la justicia de su patria, y, a las inversiones en general, las garantías correspondientes?".



sábado, 2 de enero de 2010

Confirman sentencia en casos Fujimori

Esto parece mostrar que, al menos en el terreno de los derechos humanos, la justicia, aunque tarda, llega realmente. Como informa el diario La República, "Tribunal confirma condena de 25 años a Fujimori tras apelación".
Transcribo la noticia completa:

Último Minuto:
"flash"
Tras cuatro días de espera, por fin el tribunal confirmó la condena de 25 años a Alberto Fujimori por asesinato en los casos Barrios Altos, La Cantuta, y por secuestro agravado al periodista Gustavo Gorriti y al empresario Samuel Dyer.
Fuentes judiciales confirmaron a La República que la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema ratificó por unanimidad la sentencia en los casos de Barrios Altos y La Cantuta, pero que en el caso de los secuestros al periodista Gustavo Gorriti y al empresario Samuel Dyer, la opinión estuvo dividida.
Se informó que al final la pena por los delitos de homicidio calificado, secuestro agravado, lesiones graves impuesta el 7 de abril pasado por Sala Penal Especial que presidió el magistrado César San Martín, fue ratificada.
El diario Perú 21, ha informado también sobre el particular. Y el diario El Comercio también.

Hay que estar atentos. Esta historia, de seguro, no termina aún.

Post scriptum: Empiezan a barajarse algunas posibilidades para quebrar esta justiciera decisión del Poder Judicial. Una de ellas será el inefable Tribunal Constitucional de hoy. Ver video publicad en Perú 21.