domingo, 28 de marzo de 2010

Otro poema

Hace unos días leí un artículo de César Hildebrandt en el que denostaba del amor. Y, además, hacía una referencia despectiva a Bécquer: "El amor que nos impuso el romanticismo occidental sí puede ser, aparte de cursi a lo Bécquer, espectacularmente desdichado".
Las críticas a la concepción occidental del amor —y especialmente a su vertiente más gringa, plagada de una filosofía superflua y consumista— son válidas y creo que en Sudamérica debiéramos intentar reconstruir una concepción distinta y actual de los afectos.
No obstante, mi primera fuente poética fueron justamente las "cursis" Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer a quien hoy probablemente no lea con el fervor de los tiempos de mi pubertad, pero que sí recuerdo con cariño, como expresión de aquellos que en el amor no tuvieron otra voz que la de la soledad y el dolor del amor no correspondido.
Pues bien, hoy me permito publicar un poema sin título que escribí hace ya unos 15 años y que, probablemente, surgió de un esfuerzo imaginativo por trasladarse a la edad de la senectud:
Ha transcurrido tanto tiempo, vieja.
Y ya no quiero siquiera
acordarme que te amaba
y que jamás, por temor,
te confesé este secreto.
Ha cesado nuestra locura
y ya no sé porqué decían
que la locura era irreversible:
deambulamos plenamente conscientes,
dolidos en cada tarde.
¡Cuánto hemos envejecido!
¿Recuerdas las noches junto al fuego?,
ardíamos los dos en un crisol
y la marea interna
en torbellinos desenfrenados
nos sacudía, arrastrándonos
por sendas desconocidas.
Para el frío eras mi calor,
para la sed era yo tu lluvia,
para nuestra edad
éramos niños los dos.
Y hoy, mirándonos de nuevo,
me duelen los costados del alma;
me duelen los años pasados,
esa dicha que no ha de volver más.
Lima, 19 de octubre de 1995.

viernes, 26 de marzo de 2010

La reforma de la salud en E.E.U.U.

En el país más poderoso de la historia humana acaba de aprobarse una reforma que, seguramente, generará un efecto en los demás países, al menos los del área de influencia del hegemón.
Sobre este particular, hoy en La República, Diego García Sayán publicó un artículo que resume este asunto de manera bastante clara y precisa. Esto, como dice él, va a tocar callos, por supuesto en las compañías de seguros que lucran a costa de la salud de los indefensos ciudadanos. Lo transcribo:

Polarización y reforma de salud
Diego García-Sayán
Cuando Obama firmó la ley de salud –medida de “puta madre” en susurro del entusiasta vicepresidente Biden–, se cerraba uno de los capítulos de mayor polarización, en la historia política norteamericana reciente. Pero se trata nada más que de un episodio pues el conflicto promete acentuarse en este año electoral. Aumentarán los impuestos a los más ricos y crecerán los beneficios para los más pobres. Todo un tema.

La votación en el Congreso ha sido la punta del iceberg de la confrontación promovida por los republicanos desde el día inaugural de Obama. Ni un solo voto a favor de la propuesta presidencial. Algo que no habría ocurrido en la historia reciente. Incluso cuando en 1965 Lyndon B. Johnson promovió la creación del entonces polémico “Medicare”, no se produjo tan unánime oposición republicana. Eso fue, sin embargo, sólo un episodio de un proceso que algunos analistas sólo comparan a la rabia que sectores de extrema derecha expresaban contra John F. Kennedy en los 60 y que acabó como todos sabemos.

De cara a las elecciones al Congreso de fin de año, la confrontación seguramente se agudizará pues los republicanos tratarán de ganar entre los electores el terreno que han perdido en el proceso de toma de decisiones. La “victoria del sentido común” de que habló Obama de hecho no lo es para las afiladas lanzas republicanas. Defensores del derecho ciudadano de armarse hasta los dientes, anuncian ya paradójicas y encendidas batallas judiciales para que se declare inconstitucional la disposición que establece el seguro de salud obligatorio.

Esto ocurriría al menos en tres Estados (Virginia, Florida y Carolina del Sur) y podría converger en una Corte Suprema cuya composición predominantemente conservadora es un dato de la realidad.
Una mayor capacidad reguladora del Estado pondría freno a abusos de las compañías de seguros (como no dar cobertura en caso de “preexistencias”), lo que, dicho de paso, urge hacer en el Perú. No hay duda que eso será bien percibido por la gente y transmitirá un mensaje distinto al “desastre fiscal” que pronostican los republicanos. Si el golpe de timón frente a la inequidad lima una de sus aristas más filudas, la polarización en curso debería resolverse en la opinión pública a favor de Obama y sus ideas.
Lo que está de por medio, a fin de cuentas, es un asunto que toca intereses sensibles que Biden expresó con crudeza. Al decidir cruzar el Rubicón y priorizar un asunto de fondo como éste, se abre para la sociedad norteamericana la oportunidad de que la riqueza que la nutre se extienda de manera más equitativa. Lo que en ninguna sociedad es fácil pues para ello siempre se pisan callos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Hay veces que siento a Dios

Publico un poema que escribí en la década de los '90. Ha pasado mucho tiempo y, sin embargo, me doy cuenta de cuantas cosas como entonces siguen angustiando todavía mi alma. Comparto este poema con quienes tenga la paciencia y el deseo de leerlo.





Hay veces que siento a Dios
y hasta creo en él,
hablándole como un amigo,
tuteándolo,
pensando "él no me abandonará".
Le digo, entonces, amigo, ayúdame
a impedir que llegue lo que va a llegar
de todos modos.
Pero casi inmediatamente
vuelven aquellas palabras a mi mente:
"que se haga tu voluntad
y no la mía",
Cristo en la cruz, agonista,
hombre solo.
Mis ojos tórnanse metálicas cuchillas
diabólicas.
Y claro, Dios se hace dios.
¿Qué será, pues, lo que él quiera de mí?


Vuelven entonces la fe
y mi pecho a palpitar como un cirio
de veneración,
y a orar mis labios mudos
("como un beato", pienso,
me indigno).
Y la guerra en muerte indetenible
y el arribo de todo ello
imposible,
renuente apostasía
extenuado dolor en las costillas.


Vibran mis tímpanos y abro los ojos,
llaman lista en mi último
salón de clases;
miro a todos, tú, tú y tú,
y todos los tus
que puedo amar
—y también odiar, sólo algunos, claro—,
la vida reflejada
en vuestros rostros
y yo en pleno trance de muerte,
de la muerte real
o de aquella en vida.


Lloro en las cavidades
más incógnitas del alma
(quizá los Shamanes pudieran
curarme de este mal
con la ayawaska,
ich weiß es nicht).
Pero ahora las lágrimas
son solamente
un espectro.


Y Dios que pugna por seguir siendo Dios
y no solamente dios,
y yo sin saber cómo ayudarlo.

sábado, 13 de marzo de 2010

Críticas por derechos humanos

Yuri Boluarte ha publicado un post recientemente, en el que transcribe un pronunciamiento de Tierra y Libertad sobre Cuba y la situación de los derechos humanos en Cuba. Recojo ese post por lo interesante de las ideas:
A continuación el pronunciamiento de Tierra y Libertad acerca de Cuba, los Derechos Humanos y la Democracia.
Pronunciamiento sobre Cuba, los Derechos Humanos y la Democracia
1. Hace pocos días –como resultado de una huelga de hambre de 85 días reclamando la condición de prisionero político- ha fallecido en el Hospital Hermanos Ameijeiras de La Habana el disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, miembro del Directorio Democrático Cubano y asumido por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia. El [movimiento] Tierra y Libertad lamenta profundamente este hecho y hace llegar sus condolencias a los familiares de Orlando Zapata Tamayo.
2. Tierra y Libertad cuestiona radicalmente la política del Gobierno de la República de Cuba de detener y mantener en prisión sin las garantías del debido proceso a ciudadanos y ciudadanas cubanos por el hecho de expresar sus discrepancias con el régimen político hoy vigente en dicho hermano país, exige se dé libertad a los prisioneros de conciencia injustamente detenidos asumidos como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional, y demanda que se garanticen los derechos humanos, el derecho a la defensa, y el debido proceso a quienes estén detenidos en razón de sus ideas.
3. Tierra y Libertad considera que la Revolución Cubana de 1959 fue un hito en la afirmación de la capacidad de los pueblos de la América Latina de liberarse de la opresión de potencias extranjeras y de construir su propio destino. Y reconoce los grandes logros que la Revolución Cubana ha obtenido en materia de educación y salud gratuitas, públicas y de calidad para sus habitantes.
4. Tierra y Libertad condena de la manera más tajante el inaceptable embargo comercial y el bloqueo político impuesto por los Estados Unidos a Cuba casi desde el inicio de su revolución y sus permanentes intentos para desestabilizar a su gobierno, usando para tal fin ingentes recursos económicos y –sin duda- a sectores de la disidencia interna que participan activamente en sabotajes y campañas contra el proceso cubano. Esta es una política hipócrita porque Estados Unidos mantiene ilegalmente detenidos a cinco ciudadanos cubanos acusados de espionaje y mantiene relaciones comerciales y políticas con otros regímenes autoritarios. El tiempo ha demostrado, además, que esta es también una política ineficaz que lo único que ha logrado es acentuar la pobreza y la separación de las familias, y facilitar la justificación interna del autoritarismo como si éste fuera necesario para dar respuesta a la amenaza permanente desde los Estados Unidos.
5. Aunque recién emergente en la escena política peruana y regional, Tierra y Libertad también reconoce y agradece las permanentes muestras de solidaridad internacional que el Gobierno y el pueblo de Cuba siempre han brindado y brindan en la actualidad a las izquierdas latinoamericanas en sus esfuerzos por la construcción de alternativas más democráticas y más justas para nuestros países, especialmente en los momentos de dictadura y represión que hemos vivido en décadas anteriores y que amenazan a nuestra región en la actualidad, como se ha visto recientemente en Honduras. Reconocemos y agradecemos también la manera como esta solidaridad se ha manifestado repetidamente frente a la pobreza extrema y los desastres naturales que golpean a nuestros países.
6. Tierra y Libertad considera que ni las amenazas externas ni los logros vigentes de la Revolución Cubana justifican la existencia de un régimen de partido único que niega a sus ciudadanos derechos políticos y libertades básicas y que responde con la violación de los derechos humanos a quienes expresan sus discrepancias políticas. Por el contrario, consideramos que una de las grandes lecciones del siglo XX es que si el socialismo quiere triunfar es indispensable que reconozca su incompatibilidad con las dictaduras, el uso de la violencia como método de acción política y las violaciones de los derechos humanos como política de Estado.
7. Desde esta perspectiva, Tierra y Libertad cuestiona tajantemente la política del Gobierno de Cuba de represión a la disidencia interna y de continuidad de un sistema de partido único que niega a sus ciudadanos y ciudadanas el derecho a optar entre múltiples propuestas políticas. Frente a las difíciles circunstancias políticas que se viven en Cuba, debe ser el propio pueblo cubano el que asuma las riendas de su transición democrática, sin injerencia alguna de potencias externas, defendiendo y promoviendo los avances en derechos sociales y autonomía logrados por el pueblo cubano en las últimas décadas. Para que ello sea posible, Tierra y Libertad considera que el bloqueo debe levantarse y el Gobierno de Cuba debe garantizar el derecho de organización y expresión de todos los sectores políticos en la Isla. Al hacer estos señalamientos, estamos lejos de querer inmiscuirnos en asuntos que conciernen a su soberanía y política interna, pero si somos firmes en señalar que nada justifica prácticas políticas inaceptables que violan derechos humanos, que por su propia naturaleza son universales y que son parte inalienable de las aspiración de los seres humanos por el bienestar y el vivir bien.
8. Tierra y Libertad –como movimiento renovador de la izquierda democrática- se reafirma en el cuestionamiento al neoliberalismo y al extractivismo imperantes en el Perú así como los límites de una democracia representativa formal capturada por los grupos económicos de poder y las mafias civiles y militares. Se reafirma también en que la construcción de una alternativa a este modelo económico y a esta democracia política pasa por respetar y proteger a la naturaleza, democratizar el mercado, y radicalizar la democracia.
9. En ese proceso y en esa propuesta de cuestionamiento a la racionalidad capitalista violadora de las libertades y depredadora de la naturaleza y de superación de la democracia solamente formal, asumimos la vigencia plena de los derechos humanos, el debido proceso, la separación de poderes y la alternancia política partidaria.
“La revolución será para los pobres no solo la conquista del pan, sino también la conquista de la belleza, del arte, del pensamiento y de todas las complacencias del espíritu.”
(JC. Mariátegui. La Escena Contemporánea. Pág. 158)