Yuri Boluarte ha publicado un post recientemente, en el que transcribe un pronunciamiento de Tierra y Libertad sobre Cuba y la situación de los derechos humanos en Cuba. Recojo ese post por lo interesante de las ideas:
A continuación el pronunciamiento de Tierra y Libertad acerca de Cuba, los Derechos Humanos y la Democracia.
Pronunciamiento sobre Cuba, los Derechos Humanos y la Democracia
1. Hace pocos días –como resultado de una huelga de hambre de 85 días reclamando la condición de prisionero político- ha fallecido en el Hospital Hermanos Ameijeiras de La Habana el disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, miembro del Directorio Democrático Cubano y asumido por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia. El [movimiento] Tierra y Libertad lamenta profundamente este hecho y hace llegar sus condolencias a los familiares de Orlando Zapata Tamayo.
2. Tierra y Libertad cuestiona radicalmente la política del Gobierno de la República de Cuba de detener y mantener en prisión sin las garantías del debido proceso a ciudadanos y ciudadanas cubanos por el hecho de expresar sus discrepancias con el régimen político hoy vigente en dicho hermano país, exige se dé libertad a los prisioneros de conciencia injustamente detenidos asumidos como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional, y demanda que se garanticen los derechos humanos, el derecho a la defensa, y el debido proceso a quienes estén detenidos en razón de sus ideas.
3. Tierra y Libertad considera que la Revolución Cubana de 1959 fue un hito en la afirmación de la capacidad de los pueblos de la América Latina de liberarse de la opresión de potencias extranjeras y de construir su propio destino. Y reconoce los grandes logros que la Revolución Cubana ha obtenido en materia de educación y salud gratuitas, públicas y de calidad para sus habitantes.
4. Tierra y Libertad condena de la manera más tajante el inaceptable embargo comercial y el bloqueo político impuesto por los Estados Unidos a Cuba casi desde el inicio de su revolución y sus permanentes intentos para desestabilizar a su gobierno, usando para tal fin ingentes recursos económicos y –sin duda- a sectores de la disidencia interna que participan activamente en sabotajes y campañas contra el proceso cubano. Esta es una política hipócrita porque Estados Unidos mantiene ilegalmente detenidos a cinco ciudadanos cubanos acusados de espionaje y mantiene relaciones comerciales y políticas con otros regímenes autoritarios. El tiempo ha demostrado, además, que esta es también una política ineficaz que lo único que ha logrado es acentuar la pobreza y la separación de las familias, y facilitar la justificación interna del autoritarismo como si éste fuera necesario para dar respuesta a la amenaza permanente desde los Estados Unidos.
5. Aunque recién emergente en la escena política peruana y regional, Tierra y Libertad también reconoce y agradece las permanentes muestras de solidaridad internacional que el Gobierno y el pueblo de Cuba siempre han brindado y brindan en la actualidad a las izquierdas latinoamericanas en sus esfuerzos por la construcción de alternativas más democráticas y más justas para nuestros países, especialmente en los momentos de dictadura y represión que hemos vivido en décadas anteriores y que amenazan a nuestra región en la actualidad, como se ha visto recientemente en Honduras. Reconocemos y agradecemos también la manera como esta solidaridad se ha manifestado repetidamente frente a la pobreza extrema y los desastres naturales que golpean a nuestros países.
6. Tierra y Libertad considera que ni las amenazas externas ni los logros vigentes de la Revolución Cubana justifican la existencia de un régimen de partido único que niega a sus ciudadanos derechos políticos y libertades básicas y que responde con la violación de los derechos humanos a quienes expresan sus discrepancias políticas. Por el contrario, consideramos que una de las grandes lecciones del siglo XX es que si el socialismo quiere triunfar es indispensable que reconozca su incompatibilidad con las dictaduras, el uso de la violencia como método de acción política y las violaciones de los derechos humanos como política de Estado.
7. Desde esta perspectiva, Tierra y Libertad cuestiona tajantemente la política del Gobierno de Cuba de represión a la disidencia interna y de continuidad de un sistema de partido único que niega a sus ciudadanos y ciudadanas el derecho a optar entre múltiples propuestas políticas. Frente a las difíciles circunstancias políticas que se viven en Cuba, debe ser el propio pueblo cubano el que asuma las riendas de su transición democrática, sin injerencia alguna de potencias externas, defendiendo y promoviendo los avances en derechos sociales y autonomía logrados por el pueblo cubano en las últimas décadas. Para que ello sea posible, Tierra y Libertad considera que el bloqueo debe levantarse y el Gobierno de Cuba debe garantizar el derecho de organización y expresión de todos los sectores políticos en la Isla. Al hacer estos señalamientos, estamos lejos de querer inmiscuirnos en asuntos que conciernen a su soberanía y política interna, pero si somos firmes en señalar que nada justifica prácticas políticas inaceptables que violan derechos humanos, que por su propia naturaleza son universales y que son parte inalienable de las aspiración de los seres humanos por el bienestar y el vivir bien.
8. Tierra y Libertad –como movimiento renovador de la izquierda democrática- se reafirma en el cuestionamiento al neoliberalismo y al extractivismo imperantes en el Perú así como los límites de una democracia representativa formal capturada por los grupos económicos de poder y las mafias civiles y militares. Se reafirma también en que la construcción de una alternativa a este modelo económico y a esta democracia política pasa por respetar y proteger a la naturaleza, democratizar el mercado, y radicalizar la democracia.
9. En ese proceso y en esa propuesta de cuestionamiento a la racionalidad capitalista violadora de las libertades y depredadora de la naturaleza y de superación de la democracia solamente formal, asumimos la vigencia plena de los derechos humanos, el debido proceso, la separación de poderes y la alternancia política partidaria.
“La revolución será para los pobres no solo la conquista del pan, sino también la conquista de la belleza, del arte, del pensamiento y de todas las complacencias del espíritu.”
(JC. Mariátegui. La Escena Contemporánea. Pág. 158)
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