Como dice un viejo refrán, "a la hora de la hora", todo sale a flote. Y el caso de Juan Luis Cipriani se muestra como una de las causas que, desde mi punto de vista, hace que el catolicismo pierda fieles, pues alguien tan poco humanista no puede representar el profundo humanismo de Cristo. Y me permito citar las contundentes afirmaciones de Monseñor Bambarén: “Voy a ser bien claro. Si en Ayacucho guardó silencio frente a tantos crímenes, especialmente en el cuartel Los Cabitos, ¿por qué habla ahora? O que se calle o que denuncie”. En buena hora que alguien de su misma jerarquía en la Iglesia (aunque moralmente muy superior) diga lo que corresponde.
Y pensar que esta persona quiere tomar el control en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Eso sería un profundo retroceso del progresismo de esa universidad.
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