Augusto Álvarez Rodrich, ex Director de Perú 21, renunció a su cargo (por presiones al interior del grupo editorial al que pertenece ese diario, de acuerdo a lo que informaron diversos medios).
Sobre el particular, se ha escrito ya bastante, pudiendo destacar el artículo publicado por Hildebrandt ayer domingo en La Primera, y hoy por Alfredo Bullard y Guillermo Giacosa en Perú 21, en los que la nota común destaca la pluralidad democrática a la que condujo Álvarez Rodrich al que, sin lugar a dudas, fue el mejor diario de estos últimos tiempos. Fue. Todo parece que la voz monocorde que rige el mundo mediático busca cerrar más el espacio, clausurando los resquicios que permitían cierto desfogue y Perú 21 era una muestra de ello.
Y eso es indiscutible: el que concurran en un mismo diario opiniones absolutamente discrepantes y, sin embargo, sesudas también, da muestra de que puede construirse un medio de comunicación en el que las ideas se difundan sin censura y con tolerancia, es decir, democráticamente.
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