La música ayacuchana es una de las expresiones más logradas dentro de lo que, gruesamente, podría llamarse "música peruana". Entre los nombres que se me vienen a la memoria están Bertha Barbarán, el Duo Arguedas (con canciones de calidad excepcional), Martina Portocarrero, los propios Gaitán Castro (en su época inicial, fundamentalmente). Y podría seguir la lista. Sin embargo, creo que la guitarra ayacuchana tiene sus dos mayores exponentes en Raúl García Zárate y en Manuelcha Prado.
A este último, en una entrevista en homenaje a García Zárate, le preguntaron cómo definía el arte de García Zárate y este respondió que veía en él un río que descendía desde los Andes, límpido y transparante. El periodista le retrucó de inmediato cómo definía su propio arte. Manuelcha Prado siguió utilizando la misma metáfora, solamente que dijo que en ese caso se trataba de un río turbio y cargado por las lluvias, casi un huayco.
Nunca he escuchado ni leído una mejor definición del arte de estos dos grandes artistas.
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