Hoy día, el Presidente Lula da Silva, máxima autoridad del país líder de Sudamérica, ha hecho el pedido expreso al Presidente electo de E.E.U.U., Barack Obama, "que retire el embargo unilateral de su país que pesa sobre Cuba para favorecer el cambio del régimen político en la isla caribeña".
Sobre este asunto se ha escrito y dicho mucho. Desde la derecha política se tuvo una posición inicial de aprobación y fomento de ese embargo como medida de presión para lograr debilitar y derrocar al gobierno de la isla; sin embargo, algunos representantes conspicuos de esta tendencia política, entre los que puede destacarse a Mario Vargas Llosa, cambiaron el enfoque inicial, viendo que la isla mantenía su opción independiente luego de la caída de la U.R.S.S., manifestando que el embargo le permitía a Fidel Castro contar con el pretexto por el cual justificaba la situación difícil de ese país, por lo cual plantearon que se levante el embargo. Desde una posición de izquierda, se ha dicho que todo lo que sucede en Cuba, se justifica por el embargo que limita las posibilidades de ese país y que una vez que este logre levantarse, Cuba florecerá.
Creo que el pedido directo formulado por Lula da una esperanza para que este enojoso asunto se resuelva mediante la confrontación con la realidad. De ese modo, se verá en la realidad (y ya no en un ámbito puramente ideológico), cuáles son las posibilidades de un desarrollo político, económico y social propio de Cuba y qué tantas posibilidades tiene de mantener la postura digna por la que no ha sido doblegada por la mayor potencia militar y económica de las historia universal.
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