El gobierno de Evo Morales tiene como uno de los mayores emblemas de nacionalización el sector de hidrocarburos. Creo que, en efecto, se ha logrado quebrar una situación de indignidad en los pactos contrarios a sus intereses. Pero, parece ser que la realidad de la burocracia, empieza amostrarse. En Radio Erbol se ha publicado una nota que resulta de interés:
“Se nos cae toda la estantería. Nuestro máximo de producción resulta insuficiente para satisfacer la demanda interna y para cumplir los compromisos con los mercados externos”, sostuvo Carlos Miranda Pacheco, ex Ministro de Hidrocarburos y ex Superintendente sectorial, según se informa en la nota.
"La composición de los hidrocarburos explotados en el país se situaban en un 28,5% para el año 1998, con alto contenido de líquidos; pero esta situación se revirtió, situándose hoy en 14%. “Esto es terriblemente preocupante, porque quiere decir que nuestro gas se torna cada vez más seco. Es decir, nos faltará líquidos para la producción de derivados”.A nivel de refinación, las dos plantas en poder de YPFB habrían alcanzado en 2007 su capacidad máxima con un promedio de 43.500 barriles diarios, pero por la menor disponibilidad de líquidos en 2008 redujo el procesamiento a 38.000 barriles. Esto ha provocado una reducción en productos refinados (gasolinas, diesel, jet fuel y recon)".
"Las exportaciones de hidrocarburos a Brasil y Argentina reportaron ingresos por 3.132 millones de dólares en 2008, representando casi el 50% del total de exportaciones bolivianas". Mientras tanto, los ingresos por la venta de gas bnatural "se reducirían a 1.508 millones para este 2009, lo que implicará un virtual desplome de las mismas".
El gobierno boliviano, para no retroceder en sus conquistas debe prestarle mucha atención a estos aspecto y buscar salidas técnicas para estos temas altamente preocupantes.
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