jueves, 26 de marzo de 2009

La tristeza de una cusqueña desenfadada

Me ha impactado el hallazgo del blog de esta chica cusqueña, Melissa Tristessa, me han impactados sus palabras, agudas, filudas. Por ejemplo, ella dice en su último post: "La boca del cuerpo encima mio se abrió, ansiando la colilla que tenía entre los dedos, le dí de fumar para que destile aquel fascinante olor a silencio, tan suyo, tan de nadie, y él pitea extasiado.Con un movimiento mecánico, casi ensayado, busco sus labios, para que me fume, para que me esfume".
O esta frase de su post titulado simplemente A., presumo que por Alejandra (nombre maravilloso de la protagonista de Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato): "A. ya no me cree. A. comienza a sospechar, algo me traigo entre manos, o entre piernas o entre labios, pero hay algo, aunque no sepa qué involucra. No te conoce, pero recrea en su mente todos nuestros encuentros e incluso reconoce en mi saliva, tu forma de besarme". Fulminante.
O aquella otra frase, melancólica, profunda, en ese post titulado Je suis bleu, et mon coeur de saletè, est rouge: "Alejandra y yo, estamos muy cansadas. Por eso la invité a dormir, en un hotelucho cualquiera, sin estrellas en el cielo raso. Ale, durmámonos, no sé cuantos sedantes he tomado, pero cuéntame un cuento, a ver si lo entiendo, abre un vademécum y cuéntame para que sirve toda la mierda que he tragado, tal vez para escupir los besos tan malos que las bocas machos me dejaron. Nunca sirvieron para mí, pero para mi corazón-calentura, de esos sábados por la noche, le sirvió, para tejerme una gran bufanda de mentiras, para atarla a mi cuello y creer que los besos y el amor son palabras distintas y nunca van juntas".

Y me gustan las fotografías que ha colgado en su web. Muy variadas, coloridas e imaginativas.







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