jueves, 11 de diciembre de 2008

Los mates en el Perú

Martín Tanaka publicó un post titulado Tomar "té", en el que aborda un tema muy interesante como es el consumo del té (infusión de las hojas secas de la camellia sinensis.

En dicho texto señala que "En Perú por ejemplo 'té' se usa casi como sinónimo de infusión, cualquiera que esta sea (manzanilla, boldo, anís, etc.), salvo por el 'mate de coca', que tampoco debería llamarse mate, porque no es mate, es coca". En primer lugar, destaco que el Perú al que se refiere Tanaka es, en realidad, Lima y quizá algunas otras ciudades con alta influencia de la capital, donde incluso al hervidor de agua (calentadora) le llaman "tetera". Pero no es el caso, ni de lejos, de ciudades del sur andino, en las que es impensable oír el uso del término "té" para referirse a cualquier infusión. El té es té e, incluso, la tetera es una vasija "de metal, loza, porcelana o barro, con tapadera y un pico provisto de colador interior o exterior, la cual se usa para hacer y servir el té" (de conformidad con el significado que le da la Real Academia Española.


Ahora bien, de acuerdo al mismo Tanaka, el mate de coca no es mate, es coca. Claro, esa afirmación es correcta, solamente si nos remitimos al primer significado que le otorga la Real Academia Española en su tercera acepción: "Infusión de yerba mate que por lo común se toma sola y ocasionalmente acompañada con yerbas medicinales o aromáticas". Pero es totalmente errada si desconocemos el sexto significado aceptado: "infusión" (Perú y Bolivia). Así, es claro que en el sur andino y en Bolivia, el mate es una infusión (de alguna o algunas hierbas). Entre los más conocidos tenemos el mate de manzanilla, el mate de anís, el mate de hierba luisa, el mate de hierba buea, el mate de coca, el mate de muña. Cada una de estas infusiones con sus propiedades diferenciadas. Y la gama es muy amplia.


Quiero destacar ahora, por ejemplo, el mate de wallwa, el mate de salsaparrilla (especiales ambos para reducir la incidencia del acné durante la adolescencia), el mate de cola de caballo, el mate de pinqo pinqo (ambos para riñones), el mate de toronjil, el mate de orégano, el mate de pelo de choclo (diurético), y un largo etcétera.


En lugar de sucumbir al uso de la palabra "mate" en Argentina, debiéramos explorar con seriedad la amplitud del contenido de esa palabra en el Perú y, especialmente, en el sur andino.

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