El último libro de Luis Nieto Degregori es, desde mi punto de vista, uno de los mejores que ha escrito. Y marca un hito de mucha relevancia pues, hasta donde sé, es el primer escritor cusqueño que reinventa, desde el Cusco, a Lima, la intocable y capitalina Ciudad de los Reyes. De ese modo, hace lo que desde Lima se creía que era tierra prohibida, un dogma inasible para los "provincianos" y facultad exclusiva de la intelectualidad afincada en esta ciudad. Pues bien, Nieto ha roto ese criterio y ha demostrado maestría en ello, pues hace gala de sus dotes de gran observador y nos hace recorrer las calles de esta megalópolis como si se tratara de alguien que la conoce muy bien.
Sobre este particular, quiero destacar que en el blog de Amazilia Alba me encontré la entrevista que le hizo otro bloggero (Paucar) a este escritor (la que publico al final de este post). Además, están los comentarios que hace del libro Guillermo Salas.
Sobre este particular, quiero destacar que en el blog de Amazilia Alba me encontré la entrevista que le hizo otro bloggero (Paucar) a este escritor (la que publico al final de este post). Además, están los comentarios que hace del libro Guillermo Salas.
No obstante, debo también mencionar, lamentablemente, a Javier Agreda (a quien leo por primera vez), quien hizo una crítica poco objetiva y más bien hepática al nuevo Libro de Nieto en La Primera, cayendo en acusaciones tales como que "la mayor debilidad de estas novelas es el escaso desarrollo de los personajes, construidos en base a los más gruesos estereotipos" e incluso que "El interés de Nieto por abordar nuevos ámbitos literarios lo ha llevado a incursionar en el universo urbano limeño, que acaso no conozca lo suficientemente bien. O que no resulta tan propicio para esta narrativa como el mundo andino, sus habitantes (la ya mencionada Ester es puneña) y ciudades; en especial Cuzco, donde transcurren las dos anteriores novelas de Nieto, muy superiores a las reunidas en El guachimán y otras historias". ¿Y el señor Agreda habla de "estereotipos"? Parece que él condenaría a escritores como Lucho Nieto, a quienes etiqueta como "andinos", a escribir solamente sobre el Cusco o, como máximo intento, sobre Puno. Y por supuesto, Lima es un espacio al que, mejor, los escritores de otras ciudades (por ejemplo, el Cusco) no deben intentar llevar a la ficción, pues no la conoce, no la dominan. Clichés impropios para una crítica literaria que se jacte de acertada. Si hay algo que puedo cuestionar en este libro es la inconsistencia en los tiempos, pues debe ambientarse (en sus tres historias) en los años 90 o incluso a comienzos de este nuevo siglo y, sin embargo, se hace referencia a los casetes que escucha el galán de las Ninochkas, quien, además, siendo un "mujeriego" con experiencia termina con sus amantes en lugares públicos como el cine Julieta o restaurantes; esto da la impresión de argumentos a penas hilvanados. Independientemente de ello, el resultado final es altamente positivo.
1. La historia que le da el título al libro, es una historia que muestra la mirada, sorprendida y descubridora, de un "no limeño" (provinciano o nacido en esta ciudad pero absolutamente ajeno a ella) ante los misterios y contrastes de esa gran ciudad, esa ciudad en la que puede ver, desde fuera, el lujo y la belleza en sus estereotipos más occidentalizados. "¡Tanta plata que pasa por sus manos y no podía invitar a salir a la chica que más le gustaba...!", expresa el narrador.
Alejandrino, el protagonista de esa novela que es la menos lograda entre las tres, sufre el exilio en su propia patria, la fobia al migrante, irónico, que en nuestro país constituye la mayoría, el "tipo peruano":
"—¡Cholo estúpido! ¡Apestoso! [...]
"No son los arañazos los que le han dolido a Alejandrino, sino las palabras, esas palabras que lo hacen sentir inferior, indigno de esa muchacha a la que hasta hacía poco podía tratar de igual a igual".
Y la forma en que venga esa afrenta es introduciéndose por completo en esa cultura alienada por la cual la pigmentocracia a la que hace referencia Nugent dicta que cuanto más blanco, mejor. Se enreda, facilitando de ese modo su captura final, con una prostituta llamada Gretel a la cual, por su belleza, practicamente venera, aun a costa de los crueles desengaños que esta le propicia; esta chica, además, recuerda a la mujer de la que se enamoró el protagonista del cuento Alienación, de Julio Ramón Ribeyro: sueña con casarse con un gringo e irse de este país. Y Alejandrino, en cada contacto con ella, observa sus facciones de una diosa, el cuello fino y largo, su piel, sus manos. Le hace hasta un regalo, pero igual ella solo se beneficia de él.
Ahora, llega alfinal lo que tenía que suceder de todas maneras con un comportamiento tan temerario de un prófugo: lo capturan en una Sauna, con otra protituta, pero recorando siempre a su Laurita, la mujer que, siendo su igual lo despreció y lo impulsó a esa aventura.
El final que Nieto esculpe a esta novela es abierto y quizá ello haya mortificado a Agreda, pues nos da la impresión de que el "Cholo"se salió, a la larga, con la suya, pues tanto a la Policía como a la empresa de Seguridad, les ha hecho la jugada que Lima le hace a todos los ingenuos provincianos: una criollada. Y quizá al volver a gozar de su libertad, pueda realizar aun sus sueños.
2. La historia que me ha gustado más es la de Ninochka, en la cual Nieto se adentra en la técnica narrativa que hizo famoso a Vargas Llosa: el juego con historias, tiempos y personajes en paralelo. El lector se confunde con facilidad cuando hablan las Ninochkas, pues no se sabe cuál es en cada momento. Y eso le da a uno la impresión de ser el astuto Ricardo, el pendejo que se enreda con esas dos homónimas, el profesional que dejó los ideales de un mundo mejor en el olvido y le pone los cuernos al iluso Tito, que sigue creyendo y luchando por ellos. Creo que si hay estereotipos, son los mismos que arrastra Vargas Llosa cuando, utilizando su propia literatura, hace escarnio y burla de la gente de izquierdas, de los socialistas, de los inconformes con este mundo. Y claro, coincidencias o no, el pendejo y ganador de esta novela es el que "superó" aquellos dogmas, mientras que el perdedor, el cornudo es justamente el que le dice a la Ninochka clase mediera "¡Yo te quiero, amor! ¡Te quiero tanto que ni siquiera quiero arrastrarte a mi lucha! ¿Crees que no me doy cuenta de que es una batalla perdida? ¿Crees que no me siento prácticamente un dinosaurio? ¡Pero es mi batalla y tengo que pelearla! ¡Yo! ¡No tú! ¡Tú puedes hacer lo que más te guste!".
Es en esta novela que el narrador nos indica algo que ya estamos viendo y que, contradictoriamente, no gusta a la mayor parte de este Perú oficial: "Seguramente el cambio más importante es la nueva Lima, es que día a día está surgiendo en la periferia de la periferia". y claro, "¡Qué pocos son los limeños de pura cepa que conocen esa nueva Lima que ni siquiera figura en los planos".
3. En el caso de La mala conciencia se presenta con mucha fuerza ese desencuentro que marcó la vida de un cusqueño como Andrés Alencastre y que, a fuerza de ser más común de lo que puede creerse, es una descripción en pequeño del propio origen del Perú: un hombre que se enreda con una mujer a la que desea, pero de la que no cree correcto ni aceptable enamorarse, por su origen, por su procedencia. No obstante, el narrador nos muestra algunos vestigios de esta muy peruana realidad: "Es un puñado de casas a orillas de una hermosa laguna cordillerana. Unas son de indios, otras de mistis, pero para saber quién es quién en el pueblo hay que ser de allí. Todos, indios y mistis, tienen el rostro cetrino, la misma mirada torva, los mismos rasgos angulosos".
El sacerdote que protagoniza esta novela tiene esa personalidad contradictoria, por la cual le es posible enamorarse de Ester, pero, al mismo tiempo, por cuidar su situación, su opción de vida (no obstante su incoherencia vital), prefiere no involucrarse con ella y prefiere solamente llevar una vida doble clandestina.
Cque el reto para la literatura que se hace en el Perú es que Ester o las millones de mujeres que sufren ese drama real, tenga una voz en una pluma femenina y cetrina. Quizá de ese modo entendamos algo de ese gran secreto que es el corazón de ellas. Mientras tanto son simplemente pobres intentos.
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