La BBC publicó una entrevista a Noam Chomsky, la que se desarrolló sobre la base de preguntas formuladas por los lectores de dicho medio de comunicación.
En la primera parte, el intelectual estadounidense aborda diferentes temas relacionados con la crisis financiera mundial, la misma que, según él, surgió de un experimento des los años 70, por el cual "En las economías de EE.UU. y de otros países creció enormemente el papel de las instituciones financieras y declinó el rol del sector productivo. Y en el sector financiero prácticamente se eliminó toda regulación [...]", claro que "Las grandes instituciones financieras, los bancos como Citigroup, tienen un seguro estatal, llamado 'demasiado grande para permitir que colapse'. O sea que si están en problemas el sector público los rescata como sucedió ahora".
Esta situación ha hecho que el mito de la eficiencia de los mercados colapse en la teoría y en la práctica, pero "la estructura de las instituciones financieras no cambiará mucho probablemente y de hecho Obama está comprometido con esta visión. Hay críticos que señalan que ha puesto a la Casa Blanca en el bolsillo de Wall Street, los que toman las decisiones en gran medida vienen de este círculo".
Chomsky señala que desde los años 70 han habido casos de rescates financieros, por ejemplo, con el Citibank o Citigroup, con la intervención del FMI en México que vitó su colapso por falta de pagos. Sin embargo, el enfoque, cuando se trata de un sector productivo, como la industria automotriz, es completamente duferente, que estñá siendo desmantelada parcialmente. Claro, esto puede tener una explicación: "Hay una tremenda crisis en lo que tiene que ver con el medio ambiente, lo que significa que EE.UU. simplemente va a tener que pasar de ser una economía basada en un muy alto consumo de combustibles fósiles (autos, camiones, aviones) a una economía con sistemas eficientes de transporte, o de lo contrario nuestros nietos no tendrán un mundo en el que vivir. Esto debe hacerse y de alguna forma es reconocido. El paquete de estímulo a la economía incluye fondos para una red ferroviaria de alta velocidad". Claro que para ese paquete de estímulo se prefiere a empresas españolas antes que en pensar, por ejemplo,en reconvertir a General Motors, lo que se sustenta también en el interés del sector financiero, pues le es más rentable inyectar el dinero en España.
Por último, señala que "como dijo Smith, los arquitectos de las políticas estatales [hoy bancos, instituciones financieras y megacorporaciones] siguen sus propios principios y aún lo hacen. A lo largo de los siglos, el pueblo ha logrado que se le reconozcan muchos derechos, pero esto es el resultado de una lucha popular, no de un regalo desde arriba, y lo mismo se ve en la actualidad".
En la segunda parte de esta entrevista, aborda el tema de los cambios que están ocurriendo en Sudamérica, señalando que "En Sudamérica se han dado cambios muy interesantes. Por primera vez en 500 años los países sudamericanos han comenzado a integrarse en forma significativa, tras haber estado separados a lo largo de su historia", así como "están comenzando a encarar algunos de sus grandes problemas internos y en este sentido pienso que algunos de los cambios que se están dando son inspiradores".
Para plantear este punto de vista desde un terreno más concreto, plantea el ejemplo de Bolivia, manifestando que la población indígena, la más oprimida en el país más pobre de la región, ha logrado un posicionamiento importante. "Hace una década lograron correr de Bolivia a la Corporación Bechtel cuando se trató de privatizar el agua, lo que significó que mucha gente no podía tener acceso a la misma. Fue una victoria sangrienta y grande. Siguieron adelante y finalmente en el 2005 entraron al campo político y eligieron a alguien de sus mismas filas, un campesino pobre, en una elección en la que se habló de temas muy serios sobre los que la gente estaba informada".
Sobre este particular, quisiera señalar que por este asunto, la transnacional nombrada llevó a Bolivia a un arbitraje ante el CIADI, con resultados bastante previsibles: la demanda arbitral de dicha empresa fue acogida. Sin embargo, hace unos pocos días se informó que ante una propuesta del presidente boliviano, Evo Morales, los países integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) —Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela— decidieron retirarse del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
Concluida esta breve digresión, vuelvo a lo que manifiesta Chomsky de que en Estados Unidos "las campañas se conducen con base en imágenes y brillo, pero se dejan en segundo plano los problemas que hay que resolver". En cambio, en Bolivia "los temas principales estaban en primer plano y venían del movimiento popular. Eran temas importantes como el control de los recursos, los derechos culturales en una sociedad multiétnica y multilingüe. Eso es democracia verdadera, que puede conducir a algo".
En general, en Sudamérica se están dando avances en esa integración con la creación de organismos como UNASUR (que apoyó la estabilidad de Bolivia, luego de los sucesos de setiembre de 2008), el Banco del Sur, Petrocaribe, etc. Y la influencia de EEUU, aunque no ha desaparecido, sí se ha reducido y un ejemplo de ello es el resultado de la última reunión de la OEA, en relación a Cuba.
Sobre el tema de Cuba, Chomsky señala que "Hay una especie de interés estatal en castigar a Cuba, que va más allá de los intereses usuales de ganancias y poder. Y es muy claro en qué consiste ese interés estatal. EE.UU. es un país muy libre y tenemos acceso a archivos internos y sabemos que a inicios de los 60 las administraciones de Kennedy y Lyndon Johnson estaban absolutamente furiosas porque Cuba no estaba sucumbiendo al poder de EE.UU. Esto fue descrito como una especie de insulto".
En la tercera parte de la entrevista, aborda el mito del "libre comercio" señalando que esta es una buena idea, pero que, en realidad, no se presenta así y las potencias lo usan solamente cuando conviene a sus intereses. "No tenemos cifras exactas, las corporaciones guardan secretos, pero probablemente más de la mitad de lo que se llama comercio, no es libre comercio". Y en el caso del denominado NAFTA (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte) "una de las formas de socavar y probablemente destruir a la agricultura mexicana es inundando el mercado con exportaciones agrícolas de Estados Unidos, que sobreviven con importantes subsidios del gobierno que datan del período Reagan. Eso no es libre comercio". Y algo que, para espanto de los pensadores neoliberales debe ser una terrible realidad, por la innegable importancia del sector estatal, es que "una buena parte de la economía estadounidense está basada en el sector estatal, incluyendo sus sectores líderes como la computación e Internet, que fueron desarrollados en el ámbito estatal durante décadas. La fabricación y exportación de aviones es, por ejemplo, una industria surgida en gran medida a partir de la Fuerza Aérea". Entonces, "lo que se llama libre comercio, es un cierto intercambio con elementos de mercado, pero no es libre comercio".
Esto sin dejar de mencionar las atrocidades que se han cometido y se siguen cometiendo en nombre del libre comercio y la democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario