miércoles, 11 de noviembre de 2009

La belleza de (en) la oscuridad

La noticia ha dado vuelta al mundo, pues se trata de una potencia emergente: hubo un gran apagón en Brasil. El País informaba que "El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha convocado una reunión de urgencia para exigir una explicación de las causas del peor apagón que ha vivido el país en una década. Inicialmente las autoridades brasileñas habían señalado como la causa un fallo en la central hidroeléctrica de Itaipú, en la frontera con Paraguay. Pero la tesis ahora es que el fallo se produjo por el desligamiento de tres líneas eléctricas conectadas con esa central en el que han podido influir los fuertes vientos y lluvias concentradas en la región de Itaberá". Tremendo lío político que un apagón ha armado.
Recordé un libro cuyo título me sedujo, aunque leí de él solamente la introducción: "Si Dios hizo la noche sin luz. (El Manejo popular de tecnologías)", editado por Guillermo Rochabrún y Andrew Maskrey. En dicha introducción o presentación se reflexionaba sobre el "alejamiento de la naturaleza" en las poblaciones campesinas, sujetas a los cambios climáticos y de los ciclos naturales, que cuando empiezan a vincularse con los ritmos urbanos van generando una concepción del tiempo más autónoma.
Publico algunas fotos que estuve viendo y que me cautivaron por su belleza. Esta belleza en la y de la oscuridad me ha seducido siempre, quizá porque a pesar de que soy una persona urbana, tengo una fuerte ligazón con el mundo rural.







Las grandes urbes se jactan de no dormir nunca. Pero, ¿no es hermoso también poder gozar del cielo estrellado que la luz urbana no permite visualizar? Como una ironía, traigo a colación lo que le decía Marti (la cebra de la película infantil Madagascar) a Alex, el león hiperurbano, cuando este vio unas estrellas en la noche neoyorquina: eran luces de un helicóptero.
En todo caso, creo que, independientemente de todo, gracias a ese apagón, se pudo apreciar esa belleza desconocida o enterrada por la eterna luz artificial.

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