lunes, 29 de septiembre de 2008

La crisis financiera

Gracias a Humberto Campodónico, pude leer la cita que transcribo a continuación, que la tomó a su vez de una entrevista que Nathan Gardels le hizo al economista:

"La crisis de Wall Street es para el fundamentalismo de mercado lo que la caída del Muro de Berlín fue para el Comunismo: le dice al mundo que este modo de organización económica resulta insostenible. Al final, todos nos damos cuenta de que el modelo no funciona. En este momento crucial se puede apreciar que los argumentos a favor de la liberalización del mercado financiero eran una farsa".

Hoy sin embargo, con el rechazco de la Cámara de Representantes de los EEUU al plan de rescate de Bush (por acción de sus propios correligionarios republicanos), el tema tiene para largo, pues no se trata de pronosticar un final del capitalismo simplistamente, sino que, por el contrario, probablemente quienes traficaron con la especulación financiera, se encontrarán ahora a buen recaudo y las pérdidas tendrán que asumirlas, directa o indirectamente, los contribuyentes. Hay que seguir el desenlace de esta grave crisis.


Cambio de Director en El Comercio

Ya buen tiempo que, como Diario, El Comercio me parece una gran vitrina publicitaria, eso que, en el lenguaje posero o "snob" se llamaría como una suerte de "mall" impreso y digital. Y es que, como sucede en buena parte de los media del mundo, se ha visto en la publicación de estos matutinos más que la apuesta por un oficio, la posibilidad de un negocio rentable; por ello, pragmáticamente, no importa tanto la veracidad de la información, sino más bien qué información y cómo.

Pues bien, se ha dado un cambio en el timón de este diario antiguo y ahora ocupa ese importante puesto el politólogo Francisco Miroquesada Rada, a quien conocí como profesor en un Diplomado de Derechos Humanos. Recuerdo que él nos dijo en clases, allá por los años 90, que cada país tenía en el parlamento el mejor reflejo de sí mismo. Y razón no le falta. Que lamentable nuestra realidad, por tanto.

Sin embargo, hoy leí un artículo suyo en El Comercio, en el que señala los siguiente:

"Existen dos formas de ejercer el poder en la democracia moderna. A través de los representantes o directamente. No son dos democracias distintas. La representativa y la directa constituyen modalidades de ejercicio del poder perfectamente compatibles. Lo que sucede es que en la directa, llamada también participativa, el ciudadano ejerce el poder sin intermediación.

Son diversas las instituciones de la democracia directa y entre ellas se encuentra la revocatoria, considerada un derecho que tiene el elector de remover a una autoridad elegida antes de que concluya el período de su mandato. Cuando estudiamos la legislación extranjera vemos que la revocatoria varía en cada país y depende tanto de la realidad como de las contingencias políticas en una sociedad".


Es claro, entonces, que si optamos por vivir en democracia es necesario perderle miedo a la misma.

sábado, 27 de septiembre de 2008

"El Nákaj", de Roberto Latorre Medina

Ante todo, creo que merecen, quienes lean este blog (hasta ahora no sé cómo hacer para contar las lecturas que se realicen), una explicación de este post: parece falto de modestia el publicar un cuento de mi abuelo, a quien ni siquiera conocí personalmente, pero que tuvo un rol importante en el Cusco de la primera mitad del siglo pasado. Es más, mi propio padre me decía que él no hacía nada en ese sentido, toda vez que no tiene mucho sentido que un panadero alabe su propio pan; razón no le falta. En fin, me desentiendo de la sensatez y, por ello, publico este cuento que fue recogido en una antología titulada "Narradores cusqueños", hecha por Rubén Sueldo Guevara y publicada, en su tercera edición, el año 1984.

Este personaje, El Nakaj, ha sido algo muy interesante para mí, en lo personal. Conocido en otros lugares como Pishtaqo. Intenté reescribir el cuento, trayendo al Ñaqaq a Lima en la persona de un migrante chumbivilcano y vengando el atropello a su amada por parte de un Diplomático. El cuento lo extravié y no he podido o no he querido volver a intentarlo.







Me parece francamente angustiante y, paradójicamente excitante, ese supuesto de saber que uno va a morir, tener la absoluta certeza, sin saber porqué.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Los pueblos originarios y la minería

Resulta claro que los pueblos originarios en latinoamérica están asumiendo una posición crítica respecto a la actividad minera en los países de este ámbito geográfico. Y el caso mexicano nos muestra esto. Y es que detrás de esto están derechos básicos como el derecho al agua, a un medio ambiente sano, a la convivencia respetuosa.

La percepción de la corrupción

Transparency International ha publicado este 23 de setiembre de 2008 su Índice de Percepción de la Corrupción 2008, que se construye sobre la base de encuestas formuladas a expertos y empresas del mundo industrializado como de los países en vías de desarrollo. Hace unas semanas publiqué un post relacionado con la complejidad del fenómeno de la corrupción, lo que me hace, primero, señalar que entre el público encuestado debiera encontrarse también a otros sectores sociales de opinión.
La Presidenta de esta organización, Huguette Labelle, ha manifestado que “En los países más pobres, los niveles de corrupción pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte, si lo que está en juego es el dinero destinado a hospitales o al agua potable”. Ante ello, "se requiere una iniciativa más activa en la lucha contra la corrupción", pues la corrupción afecta la lucha mundial contrala pobreza y, por ende, los objetivos de desarrollo del milenio. Por otro lado, el Informe concluye que un análisis comparativo de los resultado del 2007 con los del 2008 "indica que existen descensos significativos en las puntuaciones de Bulgaria, Burundi, Maldivas, Noruega y el Reino Unido", qunque también se identifican "mejoras significativas en términos estadísticos en Albania, Chipre, Georgia, Mauricio, Nigeria, Omán, Qatar, Corea del Sur, Tonga y Turquía".
Me parece interesante que, desde una perspectiva de países pobres y países ricos, se aprecie o intenta apreciar la corrupción en sus dos caras, tanto la de los agentes activos (quien paga un soborno) como de sus agentes pasivos (quien recibe un soborno). Señala el Informe que "Independientemente de si se trata de países con altos o bajos ingresos, el desafío de controlar la corrupción exige instituciones sociales y de gobierno que funcionen adecuadamente. Los países más pobres suelen sufrir las nefastas consecuencias de un Poder Judicial corrupto y un control parlamentario ineficaz. Los países ricos, por su parte, muestran señales de reglamentación insuficiente del sector privado, en lo que respecta a superar el problema de los sobornos que estos pagan en el extranjero, así como un control débil de las instituciones y operaciones financieras".
Según señala esta organización, los desembolsos por corrupción alcanzan la suma de 50 000 millones de dólares estadounidenses (si no recuerdo mal, calcularon que el hambre mundial podría resolverse, por un año, con 33 000 millones de dólares).
De los países Latinoamericano, Chile ocupa un honroso lugar 23, Puerto Rico el 36, Costa Rica el 47, Cuba el 65. El Perú está ublicado en el puesto 72, al igual que Mexico. Brasil ocupa el lugar 80, Bolivia el 102 y Argentina el 109. Ojo, se trata de percepciones.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Un antigua entrevista a Silvio Rodríguez

No hay duda que Jaime Bayli es un periodista inteligente y agudo, pero eso se nota cuando entrevista a personas con esas mismas características. Esta entrevista que le hizo hace años a Silvio Rodríguez muestras dos inteligencias de delicia, antagonistas pero respetuosas. Todo un placer.


En esta primera parte, el tema central es la política en Cuba, la libertad.




En esta segunda parte, el tema sigue siendo político y Silvio construye el concepto de pueblo rebelde para Cuba.



En esta tercera parte se aprecia la agudeza del razonamiento de Silvio.

Y la última parte, en la que absuelve, con sagacidad, la pregunta de su posición respecto a Dios: a él le debe importar un bledo si alguien cree o no, pero lo que sí le debe importar es que uno se comporte bien en la vida.


Una frase que sintetiza la vida de este hombre es, como dice un verso de una canción suya, "LA NECEDAD DE VIVIR SIN TENER PRECIO".

miércoles, 24 de septiembre de 2008

La burocracia de las grandes corporaciones y la crisis finaciera

Recuerdo, hace unos años, cuando obtuve mi primer teléfono móvil, fue una maravilla, la forma en que me atendieron los empleados de la empresa que tenía el monopolio de las telecomunicaciones fue simplemente genial, probablemente una linda chica, sonriente ella, ofreciéndome las maravillas del mundo. Y claro, ahora recuerdo, las primeras cuentas fueron francamente alucinantes, no pagaba menos de cien dólares. No hay duda, era soltero, vivía solo, podía darme esos lujos. Pero el tiempo fue pasando y, francamente, las ventajas que me ofrecieron se fueron diluyendo con el tiempo. Decidí cancelar esa línea y la amabilidad y la celeridad en la atención que me proporcionaron al ingresar, devino en una pesadilla para realizar el trámite que pusiera fin (ejerciendo la soberanía que, dicen, ejercemos los consumidores) a esa relación contractual que me unía con esa empresa.Pues bien, pensé que la hora de refrigerio que tenía en el trabajo me sería suficiente para ello. Equivocadísimo, en lo absoluto. Simplemente, la persona (así, en singular) que atendía a los muchos clientes (en plural hipertrofiado) que querían hacer lo mismo que yo, se tomaba largos minutos en tal gestión. Me atendieron luego de tres horas o más de espera. Y la linda chica que atendía, me preguntó todavía, ¿por qué quiera cerrar su línea, señor? Finalmente, cancelé esa línea y, desde entonces, he optado por los teléfonos pre-pago.


Una experiencia similar la viví cuando quise cerrar una tarjeta de crédito y, por tanto, el cuento aquel de que los consumidores ejercemos una soberanía en el mercado se desplomó como se desploman hoy grandes multinacionales. Y es que, claro, las "leyes" que rigen la economía, de acuerdo al dogma neoliberal, funcionan en situaciones ideales, en supuestos perfectos. Como resulta evidente, la realidad dista muy lejos de ser perfecta y los consumidores somos esclavos de las grandes corporaciones, solo que, según rezan los ortodoxos, porque así lo hemos decidido. Es decir, desde la perspectiva de la "libertad" somos esclavos por opción.


Ahora bien, va generándose un consenso, como señala Manuel Rodríguez Cuadros, respecto a que el fundamentalismo neoliberal "Ha significado, en la generación de la crisis, la extrema privatización de colosales ganancias para sus operadores y, en la solución del desastre que ha creado, la socialización de las pérdidas también en magnitudes colosales". Y, en vista de que a los economistas les encanta hablar y escribir cifras en mano, es importante precisar que esta vez el costo de esa socialización de las pérdidas sea cuantificada: a cada ciudadano estadounidense el salvataje propuesto le costará la suma de 4000 dólares, a cada uno, con lo que si se trata de una familia de cuatro miembros, está asumirá una suma de 16000 dólares. Por supuesto que los grandes beneficiados de los negocios que han generado esta crisis colosal, también se verá castigados con esas sumas; ¿no se está generando de ese modo un cúmulo de externalidades alucinante?


Como dice Santiago Pedraglio, es muy probable "que se esté viviendo el fin de una modalidad del capitalismo, la que se ha dado en llamar neoliberal: el mercado, controlado por grandes corporaciones, ordena unilateralmente las prioridades de inversión
y los destinos de las personas".

Del mismo modo se expresa Humberto Campodónico, concluyendo que "Ni el estatismo ni el liberalismo a ultranza funcionan. Si se extraen correctamente las lecciones del terremoto financiero –que se viene con recesión y desempleo– es probable que volvamos a una 'economía mixta', que conjugue e integre los roles del Estado y el mercado. Quizá incluso vuelva al primer plano el paradigma keynesiano del Estado del Bienestar, donde todos tienen derecho a educación, salud, vivienda, salario mínimo y una adecuada pensión de jubilación".

Antonio Zapata, por su parte, con la perspectiva histórica, opina que "el libre mercado sin regulación estatal conduce a la especulación, a la búsqueda desenfrenada de la ganancia y a la formación de burbujas que estallan de cuando en cuando. Cuando el mercado actúa por sí mismo, con absoluta libertad, el desenfreno suele ser espectacular", concluyendo que "la realidad ha negado el principio del libre mercado, que es libre hasta que enfrenta una crisis terminal, entonces ruega por la intervención del Estado".


Todo esto ya venía adviritiéndose desde hace algunos años. Por ejemplo, Immanuel Wallerstein, decía en una ponencia hacia el año 2001 que "Nuestro sistema social histórico actual es el moderno sistema-mundo, que es una economía-mundo capitalista. Ha existido desde el largo siglo XVI. Este sistema se ha ido expandiendo geográficamente hasta cubrir el globo entero, habiendo sometido e incorporado a todos los otros sistemas sociales históricos sobre la tierra hacia el último tercio del siglo XIX. Como todo sistema histórico, una vez que ha nacido, este sistema ha operado bajo ciertas reglas, que pueden hacerse evidentes y que se reflejan en sus ritmos cíclicos y en sus tendencias seculares. Como todos los sistemas, la proyección lineal de sus tendencias encuentra ciertos límites, después de lo cual el sistema se encuentra a sí mismo lejos del equilibrio y comienza a bifurcarse. A partir de este punto, podemos decir que el sistema está en crisis, y que transita a través de un periodo caótico en el cual busca estabilizar un nuevo y diferente orden, es decir, que realiza la transición desde un sistema a otro. Qué es lo que este nuevo orden será, y cuándo se estabilizará, es algo imposible de predecir, pero también es algo que se encuentra fuertemente impactado por las acciones de todos los actores que participan en toda esta transición. Y es exactamente la situación en la que estamos ahora, como ya lo he dicho antes" (resaltados míos).



Pero quedan los que insisten en recitar la receta y uno de ellos, al que podría catalogarse (sin ánimo de recurrir a argumentos ad hominem, se trata de la simple antipatía que despierta alguien que tiene el mérito exclusivo de colgarse de las faldas de un padre famoso) como el más idiota de los idiotas latinoamericanos, es justamente Alvaro Vargas Llosa, quien hijito de papá siempre, critica, recién, al gobierno al que rinde pleitesía, señalando que la solución que la administración Bush "está aplicando con apoyo del Partido Demócrata –más Estado– está garrafalmente equivocada", pues aunque resulta comprensible que el gobierno quiera proteger los ahorros y pensiones de numerosos estadounidenses. "El argumento, sin embargo, presupone que hay una solución indolora y otra dolorosa: la indolora sería el rescate gubernamental del sistema financiero y la dolorosa sería dejar que estas instituciones quiebren. Pero, ¿de qué manera constituye la transferencia masiva de riqueza de los contribuyentes comunes y corrientes y de las futuras generaciones a la banca de Wall Street una solución indolora?".


El debate público-privado, ahora sí, esta en su clímax.