Nicolás Lynch escribe hoy en La República un artículo muy profundo sobre la esperanza. Dice en una parte: "Esto es muy significativo para alguien de mi generación, que surgió a la vida adulta y a la vida política en la década del 70, signada por la esperanza en que podíamos aspirar a un mundo mejor. Esta esperanza, más allá de las convicciones íntimas, había pasado de moda. Es más, luego de haber visto en una sola vida dos modelos de desarrollo y dos formas de entender el mundo, la solidaria de nuestra juventud y la individualista de nuestra vida adulta, parecía casi imposible que pudiéramos volver a ver, atisbos siquiera, de una nueva vuelta de tuerca".
jueves, 9 de octubre de 2008
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