sábado, 5 de septiembre de 2009

Concierto por la paz en La Habana

La iniciativa de Juanes, de llevar a cabo un concierto por la paz, en la Plaza de la Revolución de La Habana, ha despertado los instintos cabvernícolas de ciertos grupos políticos en el mundo y, especialmente, en Miami. La libertad que dicen defender, cuando es real, es lo que más detestan en verdad.

En La Jiribilla, se publicó una entrevista a Silvio Rodríguez, de la cual extraigo alugunas ideas:


"Efectivamente, no creo que una canción o un concierto puedan cambiar la compleja realidad de la noche a la mañana, pero sin duda un evento como este puede ser un fuerte mensaje de voluntad de Paz, en este caso entre los EE.UU. y Cuba, países separados por discrepancias de medio siglo. A mi entender este concierto pretende unirse a la voz de muchos de aquí y de allá que deseamos que la situación se normalice y que cada cual viva como lo desea, respetando al otro diferente".


"Las voces incómodas y agresivas son de la pequeña pero muy poderosa ultraderecha cubana, que se da besitos con la ultraderecha estadounidense (la que ya se sabe lo que hace por todo el mundo). Un evento de Paz le molesta a la ultraderecha porque la naturaleza de esta gente es agresiva, como el bloqueo, y porque la idea y el hecho de la Paz socavan el odio que les alimenta".




"Si revisas los nombres de los que impugnan este concierto encontrarás a personas muy conocidas que salen a la palestra cada vez que Cuba es noticia por una causa noble, son las mismas caras y firmas de siempre, políticos mercenarios, vanidosos sin remedio, envidiosos gástricos con carreras sentenciadas al olvido, alineados a lo más impuro y recalcitrante del llamado exilio criollo en La Florida, los que bajo una supuesta “defensa de los intereses de los cubanos de la Isla” pretenden coartar cualquier acercamiento entre los pueblos, no solo entre los de Cuba y Estados Unidos, sino algo peor, entre los cubanos de allá y de acá. No entiendo por qué quieren privarnos, sobre todo a los jóvenes, de pasar una tarde de alegría y música. Es una suerte que no sean mayoría, me consta que en la Ciudad de Miami hay muchas personas decentes, que quieren a su Patria y que por lo mismo apoyan cualquier gesto de solidaridad hacia sus compatriotas. Aquellos hacen mucho ruido porque ejercen su maléfica función desde los círculos de poder y los medios de comunicación".

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