Soy de la opinión que las fronteras de los países actuales que conforman la América del Sur son límites artificiales que nos han sido impuestos recortando nuestra libertad territorial, nuestra libertad de movimiento. Pero es interesante apreciar cómo esas restricciones funcionan solamente para nuestras sociedades "civilizadas". No así para comunidades indígenas que, de un modo u otro, se las ingenian para mantener su unidad histórica por encima de esas fronteras.
Y en ese sentido, es sumamente interesante el hallazgo de un grupo de investigadores brasileños que, desde el aire, lograron fotografiar a miembros de una tribu amazónica que, aparentemente, huyen desde la selva peruana en el Purús, donde los ha afectado la tala indiscriminada e ilegal de árboles.
Según la BBC, el gobierno brasileño está estudiando de qué manera puede proteger a esas comunidades. De las fotografías se aprecia la forma casi natural en la que viven. Se aprecian chozas, tres, de distintos tamaños. Se destaca, asimismo, que quienes slen a enfrentar la amenaza son hombre que los investigadores calificaron de fuertes y saludables. Pero me llama la atención, profundamente, la presencia de una persona que, a la distancia, tiene un color más oscuro, no el cobrizo típico, sino casi el negro de los inmigrantes africanos. ¿Qué situación explica la presencia de este sujeto en una comunidad no contactada? Es raro realmente, peculiar.
En el Perú, hace uno días RPP informó que nativos no contactados asesinaron brutalmente a madereros ilegales:
"Como es conocido, existen grupos de nativos que no tienen contacto con la cultura occidental o sus niveles de interacción con los mestizos son mínimos, en estos casos, el Gobierno del Perú, ha venido creando zonas de reserva para asegurar la sobrevivencia de estas poblaciones. Uno de estos casos es la Reserva del Estado a favor de los Indígenas en Aislamiento Voluntario ubicada continua al Parque Nacional del Manu, establecida mediante Resolución Ministerial Nº 427-2002-AG, del 22 DE Abril Del 2002 y cuyo cumplimento es encargada a la Dirección Regional Agraria de Madre de Dios.
Sin embargo, la presencia de bosques con potencial maderable y específicamente de Caoba, ha generado intereses de reducir esta zona reservada, bajo el pretexto de la no existencia de indígenas no contactados y también está permanentemente sometida a invasiones por parte de madereros ilegales, que se infiltran en estos bosques, tumban la madera y las asierran en el mismo bosque y luego son transportadas en balsas por el río Las Piedras, Tahuamanu y otras vías fluviales, evadiendo los sistemas de control del INRENA y de la Policía Nacional del Perú[sic]".
Un dato que puede resulta interesante es que la mitad de las más de 100 tribus no contactadas o aisladas en el mundo se encuentran en la Amazonía, entre Brasil o Perú, según los datos de la organización de protección de pueblos indígenas Survival International. Todos estos grupos se encuentran en situación de riesgo ante distintas amenazas.
Viendo las fotografías me puse a recordar películas en que, como en "El plantea de los simios", los "civilizados" exploran a los "salvajes". ¿Aprenderemos que quienes vivimos en el lado "civilizado" del mundo no somos sus dueños?, ¿podremos alguna vez entender que esas personas requieren respeto y nuestra mayor muestra de respeto sería no quitarles su mundo? Sábato, con su habitual realismo, adelantó una respuesta en "Antes del fin", al indicar que "El desarrollo facilitado por la técnica y el dominio económico, han tenido consecuencias funestas para la humanidad" (p. 113) concluyendo, además, que "La historia no progresa", sino que "está regida por un movimiento de marchas y contramarchas" (p. 114).
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