Esto lo habría dicho Alejandro el Grande por la Gran Persia, que comprendía lo que hoy son Irán, Afganistán y Pakistán. Y esto lo entendieron, sobre la base de su fracaso, los rusos (y soviéticos), luego de ser expulsados de Afganistán.
En La Tercera de Chile publican una entrevista a Franz Klintzévich, veterano de la guerra de Afganistán, en la que este señala cosas muy interesantes para comprender lo que, actualmente, sucede en ese país invadido por las fuerzas de EEUU y la OTAN. Recojo y cito algunos párrafos:
Respecto a la guerra que se llevó a cabo por la invasión soviética, señala que "La guerra en la que nos tocó combatir nunca fue abierta, eran guerrillas. Ponían minas en los caminos; colocaban un par de ametralladoras en lo alto y disparaban un minuto contra nuestra columba de tanques y por miedo a las minas los soldados iban afuera, sobre el blindaje- para desaparecer de inmediato dejando varios muertos y heridos. Esto ocurría regularmente y una gran máquina de guerra como el ejército soviético no podía hacer nada en contra.
"Lo más terrible es que entonces, la URSS y Occidente permitieron que los brotes nacientes del terrorismo se desarrollaran. Juntos liberamos al jin, al genio que estaba encerrado en la lámpara. Ahora juntos cosechamos los frutos de aquellas acciones y lo malo es que hoy ya es imposible volver a meter al jin en la lámpara. Generaciones de hombres han crecido con la guerra, sólo saben combatir y no quieren hacer otra cosa. Créame: guerrear es mucho más fácil que sembrar o construir, en la guerra tienes tareas concretas y sabes que tendrás suerte o no la tendrás, punto".
Preguntado por su opinión respecto a la presencia norteamericana en Afganistán, en tono adusto pero no menos dramático, manifiesta que "sé que se retirarán y lo harán con las manos vacías, sin haber triunfado. Esta guerra no tiene perspectiva alguna. Segundo, comprendo que hoy esas tropas son necesarias, porque si no nos ocupamos de los talibanes, su islam fundamentalista infectará al mundo árabe y a Asia Central. Y serán una amenaza para todo el mundo. Pero repito: nosotros abrimos la caja de Pandora. Y me temo que ya no es posible cerrarla. Podemos debilitar su influencia, pero no más".
En La Tercera de Chile publican una entrevista a Franz Klintzévich, veterano de la guerra de Afganistán, en la que este señala cosas muy interesantes para comprender lo que, actualmente, sucede en ese país invadido por las fuerzas de EEUU y la OTAN. Recojo y cito algunos párrafos:
Respecto a la guerra que se llevó a cabo por la invasión soviética, señala que "La guerra en la que nos tocó combatir nunca fue abierta, eran guerrillas. Ponían minas en los caminos; colocaban un par de ametralladoras en lo alto y disparaban un minuto contra nuestra columba de tanques y por miedo a las minas los soldados iban afuera, sobre el blindaje- para desaparecer de inmediato dejando varios muertos y heridos. Esto ocurría regularmente y una gran máquina de guerra como el ejército soviético no podía hacer nada en contra.
"Lo más terrible es que entonces, la URSS y Occidente permitieron que los brotes nacientes del terrorismo se desarrollaran. Juntos liberamos al jin, al genio que estaba encerrado en la lámpara. Ahora juntos cosechamos los frutos de aquellas acciones y lo malo es que hoy ya es imposible volver a meter al jin en la lámpara. Generaciones de hombres han crecido con la guerra, sólo saben combatir y no quieren hacer otra cosa. Créame: guerrear es mucho más fácil que sembrar o construir, en la guerra tienes tareas concretas y sabes que tendrás suerte o no la tendrás, punto".
Preguntado por su opinión respecto a la presencia norteamericana en Afganistán, en tono adusto pero no menos dramático, manifiesta que "sé que se retirarán y lo harán con las manos vacías, sin haber triunfado. Esta guerra no tiene perspectiva alguna. Segundo, comprendo que hoy esas tropas son necesarias, porque si no nos ocupamos de los talibanes, su islam fundamentalista infectará al mundo árabe y a Asia Central. Y serán una amenaza para todo el mundo. Pero repito: nosotros abrimos la caja de Pandora. Y me temo que ya no es posible cerrarla. Podemos debilitar su influencia, pero no más".
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