viernes, 10 de diciembre de 2010

Vargas Llosa: premio nobel y la hora del te

Sin lugar a dudas, el escritor que más he leído y admirado es Mario Vargas Llosa. He leído prácticamente todas sus novelas y cuentos; buena parte de sus ensayos. Me quedé maravillado y aterrado con su osadía imaginativa en Historia de Mayta, esa obra en la que construye un Perú ficticio invadido por los gringos, quizá el del delirio de aquel izquierdista homosexual que pretendía hacer la revolución en el país, pero que agota sus esfuerzos por lograr acariciarle el pene a su camarada, el Teniente.

Me sentí casi cautivado con las prédicas del fanático de la Guerra del fin del mundo y casi logró persuadirme de la posibilidad de lograr esos cambios mesiánicos que postulaba. La pobreza que se describía era profundamente realista, a tal punto que me sentía plenamente dichoso de pertenecer a una familia de clase media en el Cusco.

Sentí la excitación de Pantaleón y las visitadoras, novela en la que, a pesar del tono jocoso, Vargas Llosa nos transmite su filosofía de vida: lo que uno haga tiene que hacerlo meticulosa y decididamente. Fue una terapia masturbatoria para mi adolescencia el imaginar los encuentros furtivos de Pantita con la brasilera, y casi deseé estar en su pellejo, aun a costa de que el Sinchi terminara poniéndolo en evidencia ante su sociedad y ante la beata de su mujer. En esta novela tuve mi primer sinsabor en mi conocimiento de Vargas Llosa: el final de la novela, cuando Pochita le pasa la voz a Pantita y se sabe que están en una zona de Puno, lejos, en una zona agreste y que ellos detestan. Como cusqueño me sentí agredido, pero total, era su manera de sentir y eso no se puede juzgar.

No recuerdo el orden, pero llegó luego La tía Julia y el escribidor, una aventura temeraria que viví con toda la adrenalina de Varguitas, sus escarceos amorosos en una boite del centro de Lima, las angustias económicas del joven periodista que transita la ciudad en colectivo, humano, profundamente humano, a tal punto que ciertas frases me sonaron a un "sacar en cara" a la Julia Urquidi real. Ello me obligó a leer también el libro de respuesta, "Lo que Varguitas no dijo"; frente a ello, Vargas Llosa, el todavía terrenal ser humano, respondía diciéndole que no debía confundir realidad con ficción. Cierto, la tía Julia se había sentido mortificada y dio una respuesta testimonial a una novela.

Leí La casa verde, novela que me llamó poderosamente la atención por el manejo de historias paralelas, tiempos paralelos, diálogos paralelos. Una lectura ciertamente exigente. Sin embargo, más allá de unas pocas escenas, no me ha quedado un gran sabor de mi experiencia con ese libro.

Ya viviendo en Lima, pude leer en un regreso de vacaciones al Cusco Conversación en la Catedral y simplemente caí rendido a los pies de esa novela compleja y extensa. Nuevamente el juego de los tiempos, historias y diálogos en paralelo. Sin embargo, la historia me era mucho más cercana; un joven, adolescente aun, que va descubriendo el mundo y, entre los descubrimientos, llega a conocer de la homosexualidad de su padre, al que, si no recuerdo mal, apodaban "bolas de oro"; quizá el verso de Vallejo tenga aplicación precisa en ese momento: el peor momento de su vida fue descubrir a su padre de perfil. Aun con un tono social, el muchacho, "hijo de una familia de sociedad", manifiesta su disgusto y repudio de las costumbres de los muchachos de su entorno de "tirarse" a la empleada. Y, rebelándose contra esa situación, llega incluso a involucrarse con una mujer a la que clasifican como "huachafita". Tremenda historia, libro mayor desde mi punto de vista.

De los libros posteriores, me queda un grato sabor del Elogio de la madrastra y su continuación en Los cuadernos de don Rigoberto, libros en los que demuestra su versatilidad, arrastrándonos al reino hedonista del erotismo extremo. Y quizá en ese libro empieza a sincerar sus fantasmas, cuando Rigoberto reflexiona sobre la homosexualidad y concluye que si no le entra al sexo con otros varones es por una indisposición puramente orgánica y su tendencia a las hemorroides. Quizá en esta novela empecé a sentir que Vargas Llosa había envejecido ya y él mismo era un señorón, don Mario.

El Paraíso en la otra esquina, Las travesura de la niña mala e incluso La fiesta del chivo me parecieron buenos libros, pero ya no despertaban en mí las emociones de sus libros anteriores.

A pesar de esta experiencia en declive, creo sumamente justo el que se le haya otorgado el Premio Nobel de literatura. Sin embargo, no soporto el endiosamiento al que hoy los medios de comunicación nos orientan, pues en la extensa obra de Vargas Llosa, creo que sus libros mayores son los de sus tiempos primeros. Tengo pendiente la lectura de El sueño del celta, espero poder tener una apreciación, no solo formalmente positiva, sino emocionalmente comprometida. Para mi la literatura no es solo forma, técnica; es también fondos, sustancia, sentimientos, compromiso. Y creo que esa es la razón por la que hemos perdido al Vargas Llosa que transmitía, además de brillantez técnica, humanismo, pasión, y que hoy centra todo en alcanzar la perfección técnica y formal. Ha dejado las boites de su pasado y se ha instalado, parece que en definitiva, en un restaurante de cuatro tenedores y en el que solo se admite a los socios o a la realeza. Quizá por ello César Hildebrandt dice con razón "que el Vargas Llosa reaccionario hasta la hipérbole que habló en Estocolmo es el Vargas llosa que durante años, a punta de paciencia, truenos y dulzuras, moldeó para si Patricia Llosa de Vargas Llosa" (Hildebrandt en sus trece, 10 de diciembre de 2010, p. 19).

El discurso de Mario Vargas Llosa me ha generado sentimientos encontrados. Me encantó el homenaje hermoso que le rindió a su mujer, casi al borde de las lágrimas. Me disgustó el aprovechamiento del momento para plantear su defensa acrítica de un sistema injusto, que generan amplias mayorías de excluidos.


En Vargas Llosa he preferido siempre sus temas intimistas, pues el despliegue que tiene en ese ámbito es fabuloso y de gran calidad persuasiva. Es el caso de los capítulos alternados de su libro El pez en el agua, por ejemplo. Pero cuando se introduce en los temas políticos, sociales o históricos, su razonamiento deja de lado todo lo que individualmente postula. El ser humano genial, capaz de afirmar abiertamente el odio que tenía a su padre y hasta de contar que andaba con un revolver para defenderse de él, nos dijo en su discurso lo siguiente: "La conquista de América fue cruel y violenta, como todas las conquistas, desde luego, y debemos criticarla, pero sin olvidar, al hacerlo, que quienes cometieron aquellos despojos y crímenes fueron, en gran número, nuestros bisabuelos y tatarabuelos, los españoles que fueron a América y allí se acriollaron, no los que se quedaron en su tierra. Aquellas críticas, para ser justas, deben ser una autocrítica". Sorprende el nivel de tolerancia hacia esos ancestros criminales, pero es coherente con su percepción de lo andino, que para él no es más que folklore y parte de una cultura que va desapareciendo y que no cuenta en el mundo. Es como si le impusiéramos a Vargas Llosa la idea de que su padre, a pesar de todo, era su padre y, por tanto, él tiene que quererlo y respetarlo por encima de todo; es justamente la subversión o la rebelión contra la figura paterna lo que lo llevó a fantasear, y hacerlo profesionalmente.

Tan no cuenta para el en el mundo, que cuando hace gala de lo cosmopolita del disfrute de la literatura, reseña a Pedro Páramo y Comala, menciona trajes típicos como el saco y la corbata, la chilaba, el kimono o la bombacha, pero no asoma ni remotamente en su pensamiento la lliclla, o la castellana pollera andinizada. En la forma de mirar el mundo de Vargas Llosa, el señorón, don Mario, las gentes y la cultura andinas están relegadas a una segunda categoría, por tratarse de sociedades arcaicas. Y quizá por ello, con el objetivo de desestabilizar al primer gobierno dirigido por un hombre andino (el del Presidente Evo Morales en Bolivia) hace menciones provocadoras como aquella mención a las democracias populistas y payasas, como cataloga a la boliviana. Frente a ello, el presidente Evo Morales respondió de manera muy clara y precisa señalando que los pueblos indígenas siempre han sido atacados por algunos letrados, lo cual es cierto, los sectores ilustrados sienten que tienen el derecho y hasta la obligación de atacar y ningunear a las poblaciones originarias. Para mayor información, puede consultarse el discurso pronunciado por Mario Vargas Llosa clausurando un evento realizado el 2003 en Colombia, en el que el protagonista de Lituma en los Andes parece ser el Vargas Llosa primitivo, visceral.


Y, en efecto, Vargas Llosa, más bien, don Mario, se sirvió de la ficción, de esa forma de construir "verdades mentirosas" o "mentiras verdaderas", para atacar a la cultura andina y, especialmente, al hombre y mujer andinos, quechua hablantes, aymara hablantes, como culturas de salvajes, capaces de realizar sacrificios humanos y hasta de canibalizarse. Pero claro, hoy que está mal visto ser racista, tenía que destacar a ese compatriota suyo, José María Arguedas, que acuñó aquella frase de "Todas las sangres" para describir al Perú. La cita, como si se tratara de un desconocido, se siente casi impostada, forzada, como una concesión a la mirada progresista de algunos miembros de la Academia sueca. Dice que no cree que haya formula que lo defina mejor. Sin embargo, en su propio discurso el sí la encuentra y la expresa, casi inconscientemente. Para Mario Vargas Llosa la mejor definición del Perú es la de la gente como él, pues para él el Perú es Patricia, "la prima de naricita respingada y carácter indomable" con la que tuvo la fortuna de casarse hace 45 años (pues, pese a todo era un Vargas, y por tanto no era enteramente de la aristocracia representada por su familia materna).

Esto es, quizá, lo que ha expresado de la manera más transparente en el discurso en Suecia: la claridad con la que Mario Vargas Llosa ha planteado sus puntos de vista políticos propios de un conservadurismo absolutamente contradictorio con su apuesta literaria, al menos con aquella de sus tiempos antiguos.

martes, 7 de diciembre de 2010

El país de la felicidad y yo

Este cuento lo envié para el Concurso del Cuento de las 1000 palabras de Caretas. Habiéndose publicado los resultados, sin haber sido considerado, procedo a publicarlo por cuenta propia.


El país de la felicidad y yo

Las noticias del país son fastuosas: crecimiento económico inédito, superior al 10% el último mes; mejora sustantiva de las condiciones económicas y de empleo de la población; importante afluencia de inversiones extranjeras. Además, la opinión pública unánimemente repudia el rebrote terrorista y respalda al gobierno para combatirlo; se relaja la crítica a la corrupción, pues serían errores propios de quienes ejercen el poder. Estamos bien y esto, lo mejor que tenemos hoy, hay que defenderlo, incluso de nosotros mismos. El radionoticiero me bombardea con el éxito del país, que contrasta con la precariedad de mi situación, caído en un hoyo más profundo esta vez, sin ánimo para levantarme, sin dios alguno. Mi mujer soporta hoy una cruz mayor en sus hombros y, a pesar de ello, sostiene la estabilidad precaria de mi hogar. Soy un lastre pesado. Quisiera haber tenido el valor de irme. Pero no, siempre fui cobarde.

El país sigue creciendo y la felicidad de mis conciudadanos es palpable; esto va a contracorriente de mi vida. Es más, mi envidia le da al país y mis conciudadanos el doble —y en positivo— de lo que yo les mezquino. Después esa envidia vuelve a mí, filo cuchillo, y se clava en mis esperanzas moribundas. Mejor, que mueran, pienso, así será imposible seguir mintiéndome, será más simple aceptar que ya, desde el comienzo, estaba muerto y que lo que camina como yo no es más que un espectro de lo que fui y, con mayor precisión, de lo que quise ser y nunca seré. Escucho nuevamente la radio y el escritor famoso dirige ahora un programa de noticias y, claro, con su desenfado, con su frescura, es todo éxito. Me corroe la envidia, ¡oh, dios!, no tengo perdón. ¿Tengo la más remota posibilidad de ser alguien? No, desengáñate huevón.

Mi centro de labores es una pequeña oficina en la que trabajan, apiñadas, siete personas. El piso de cerámicos, sin alfombra que atenúe su frialdad, penetra las piernas, los cuerpos que osan —o padecen— trabajar en esta sala yerta de paredes descoloridas, con amplias ventanas, algunas rotas y que han sido reemplazadas con cartones, como en los asentamientos humanos en los que, a pesar de la ola optimista que insufla el gobierno este tiempo, la pobreza flagela aún las almas de la gente, de los niños. César es el jefe de la oficina y es tocayo del hermano mayor de mi madre (su orgullo, su paradigma para mí). Pero este César es el polo opuesto al César tío ejemplar. Es un corajudo hombre del sur peruano, de cabellera negra e hirsuta, dominada por la constancia antigua en el trajín del peine; un hombre que quizá tuvo sueños, pero que los olvidó y hoy solamente se alberga en ese rincón en el que, fracasado, recuerda sus hazañas heroicas de probidad, reales o ficticias, pero suyas, tiernamente suyas. Están también Octavio y la guapa señora Lupe, pasivos acompañantes de César, desde tiempos inmemoriales, desde cuando probablemente esta oficina tuvo algún resplandor, aunque haya sido no más que halito efímero. Los demás son casi invisibles.

Esta mañana estoy particularmente exaltado, creo que ha calado en mí aquel discurso de la rentabilidad de la felicidad y, nuevo intento, me dispongo a abandonar el marasmo habitual, bebo café sin azúcar, rezo, comienzo un Informe como si escribiera los poemas que quise publicar y que incineré atrapado en la niebla del pasado. Sigo rezando, si el país está creciendo, mejora, se ha curado, también tú puedes —me digo—, ¡vamos! No importa, pienso, no envidies a los demás, tan solo piensa en ti, desarróllate, si te toca ser una hormiga más, es tu destino, si toca que seas hormiga reina, mejor. Pero mírate, déjate ser, el destino es lo que será. Te hiere pensar eso, tú naciste —al menos crees, soñaste ello— para destacar, para ser alguien en este mundo de bultos humanos grises y te das cuenta de que no es suficiente desear algo, sino, como lo decía el último amigo que tuviste, necesitarlo y, sobre todo, merecerlo. Y tú solamente miras lo negativo en la realidad y, por supuesto, lo negativo te persigue y, tarde o temprano, sucederá todo lo que temes. Con César, esta mañana, te saludas, hay en él algo que te recuerda profundamente a ti mismo o, tal vez, que te advierte de lo que serás también tú, como una suerte de espejo futurista, y has llegado a estimar a esta persona, por más que lo sientas ajeno y demasiado feliz en su pequeñez, como si su fe le alcanzara, como si dios le permitiera —previa ofrenda de resignación— ser feliz en su rusticidad, a diferencia de lo que sucede contigo que te niegas a aceptar ser solo hormiga, insignificante peón, una mierdita, en el ajedrez universal, en el ajedrez de tu país que abandona el conjunto de países fallidos; escupes tu rabia, pues sientes que quizá dios te está queriendo enseñar a ser una muestra franciscana de santidad. Blasfemas. Bullen en tu cabeza ideas, recuerdos, tu mamá abrazándote cuando le dijiste que el tío César no te quería, pues te había gritado por ser lo que eras, esta cosa rara opuesta al éxito acartonado de sus hijos. Fracasado inclasificable, pues ni te hundiste en el alcohol o las drogas y hasta pudiste saborear ciertos placeres reservados para la gente como ellos. Pero se acabó, terminó. Enristras el arma que escondes e imaginas el traqueteo interminable de las balas arrebatándole la felicidad a todos tus compañeros de trabajo, como sucede en todo país desarrollado, serial killer. Imaginas los titulares. Eres famoso, un asesino famoso y muerto.

Apenas sostengo la cordura y concluyo que no soy yo el problema, sino que el país de mis amores, harto de mis gritos desaforados mostrando su verdadero rostro, me ha condenado a la soledad, mi habitual tristeza, porque quizá no sea tan cierto eso de que avanzamos invencibles y somos casi del primer mundo. Mejor quedarme aquí, los locos están allá afuera. ¡Buenas noches!

jueves, 7 de octubre de 2010

La "objetividad" informativa

Juan Torres López, importante economista español, autor de "El análisis económico del derecho", ha publicado en su web este video que lo reproduzco también.

¿Qué dicen los grandes medios sobre este particular?

domingo, 3 de octubre de 2010

La "inteligencia" de la burocracia cubana

Un artículo que muestra de na forma muy interesante los problemas económicos de Cuba que, como siempre, benefician a unos pocos, y perjudican a la mayoría.

La teoría del caos
Fernando Ravsberg

Cuando terminé el anterior post me quedé pensando en mi última frase y me llené de dudas. Cómo un pueblo tan inteligente, creativo y educado puede producir una burocracia tan ineficiente y tonta. Sin dudas, había algo que no encajaba.
Me lo cuentan y me cuesta creer que el Ministerio de la Industria Básica perdiera millones de dólares en la firma de contratos mineros por una simple distracción. Sorprende que con tantos especialistas preparados se produzcan semejantes pifias.

Verdad es que, al parecer, le costó el cargo a Yadira García y posiblemente varios viceministros también tengan que entregar la casa, el automóvil y el celular para regresar a sus provincias de origen, pero eso no retornará el dinero perdido a Cuba.

Tratando de entender lo que sucede, salí y me sumergí entre la gente común que en Cuba son siempre el farol que mejor alumbra. Hablé con profesionales, obreros, cuentapropistas, amas de casa, transportistas, jubilados y con muchos jóvenes.
En mi periplo descubrí algo muy importante, trascendental para comprender lo que ocurre: los burócratas no son ineptos sino muy inteligentes, tanto que fueron capaces de crear un mar de caos y navegar allí sin naufragar.

En la Feria de Artesanía me cuentan que los funcionarios de impuestos se oponen a que se autorice a los artesanos a contratar empleados. Pienso que tal vez sienten un rechazo visceral a la "explotación del hombre por el hombre".

La verdadera razón es más mundana. Cada vez que los inspectores descubren un ayudante en los stands le cobran US$5 al artesano para guardar silencio. Si se autoriza la contratación de personal se quedan sin sus ingresos de moneda dura.

Creía yo que era reclamo de todos los cubanos el fin de la doble moneda, sin embargo, en una gran fábrica de alimentos compruebo que no es así. Los obreros me aseguran que a sus directivos les complace esa dualidad monetaria.

Dicen que gracias a eso el Director General abrió cuentas bancarias personales en el extranjero. Parece que pagar insumos, salarios, gastos y servicios en dos monedas, con dos tasas de cambio y doble contabilidad, deja buenas ganancias.

También fue un excelente negocio para algunos gerentes del turismo. Un camarero me cuenta que se produjo una crisis cuando el gobierno puso fin al hospedaje en moneda nacional, las "lunas de miel" y los "trabajadores destacados".

No entiendo como eso podía afectar sus finanzas. Me explican que el dinero recibido en moneda nacional lo contabilizaban después como si fueran divisas. Así el Estado terminaba pagando en moneda dura las vacaciones de los "trabajadores".

El precio de semejantes paquetes turísticos era tan alto que les hubiera costado lo mismo enviarlos de vacaciones a Cancún, incluyendo los boletos de avión y el hospedaje. Así por lo menos hubieran conocido otro país.

Sin embargo, me aclaran que la crisis no llegó a la gerencia, los aires acondicionados siguen funcionado y a los automóviles no les falta gasolina. Es más, el restaurante continuó sirviendo la misma cantidad de comida con la mitad de los huéspedes. El milagro de los panes y los peces pero al revés.

Muchos recuerdan a aquel que compró la barredora de nieve (literalmente) pero compruebo que no todos son tan tontos. En general los burócratas miden muy bien los beneficios que cada negocio genera... a sus bolsillos.

Pasa en todos los sectores de la economía. Me cuenta un amigo que algunos de los empresarios que compran zapatos buscan la empresa que les pague la mejor comisión, sin importarles el precio o la calidad del producto.

Me sorprendo al enterarme que cada soborno es de decenas de miles de dólares. Explican que las compras siempre son millonarias, como corresponde en una economía centralizada. Y yo voy comprendiendo por que la descentralización tiene enemigos tan feroces.

Quedo pensando que al final de la historia todo lo paga el cubanito de a pie. Él es quien está obligado a comprar zapatos de tercera, pagando por ellos un salario completo a sabiendas de que se harán pedazos antes de 3 meses.

Y en ese caos reinan ellos, como señores de lo ajeno, resortes de todas las palancas y dueños del futuro. Son los amos del inmovilismo, pero encontré uno que si añora cambios... sueña con que un día la empresa que dirige sea de su propiedad.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Reportaje sobre Huber Matos, disidente cubano

Una buena nota sobre el lado siniestro de la Revolución cubana. Seria importante que se lograran investigaciones independientes qué nos permitan conocer con mayor objetividad todo lo sucedido desde el triunfo de la revolución cubana y hasta nuestros días. Las posiciones apasionadas, a favor y en contra, simplemente hacen más oscura esa historia.


Fidel Castro sintió placer humillando

Huber Matos, uno de los primeros presos políticos del castrismo, reflexiona desde su exilio en Miami sobre los posibles cambios en Cuba

A sus 91 años, el legendario comandante cubano Huber Matos conserva el temperamento y la claridad de ideas que lo llevaron a ser una de las principales figuras de la revolución hasta el día de su renuncia.

En su exilio de Miami recuerda con lujo de detalles los días de gloria y los primeros roces que tuvo con el líder cubano Fidel Castro, un joven impulsivo y humillante, según explicó en una entrevista exclusiva.

“Fidel sintió placer humillando a los demás e insultaba, a su manera”, dijo Matos. “Tuvo afán para demostrar su poder e incluso lo emprendió muchas veces contra su hermano Raúl, quien en una reunión en el Tribunal de Cuentas de La Habana, en marzo de 1959, salió llorando”, indicó.

Después del mismo Fidel y Raúl Castro, el comandante Matos ocupaba la tercera ubicación en la jerarquía de las fuerzas revolucionarias cubanas de la Sierra Maestra, la zona montañosa del oriente de la isla. Detrás le seguían Camilo Cienfuegos, muerto en circunstancias extrañas en un accidente de aviación el 28 de octubre de 1959, y el histórico Che Guevara, asesinado en Bolivia en 1967.

“Con el Che hablábamos de los movimientos obreros cubanos, de literatura e historia. Él me confesó que podía ser socialista pero que su pensamiento nunca compatibilizaría con el estalinismo. Su transformación se la dejó al peso de Fidel��.

Matos nunca estuvo familiarizado con las armas ni el uso de la fuerza para imponer sus ideales. Fue un profesor universitario, amante de la lectura y curioso de la actualidad internacional, que en un momento de su vida sintió que debía defender los ideales democráticos frente a la dictadura de Fulgencio Batista, en 1959.

“Cuando llegó la revolución había sido profesor de Ciencias Sociales durante muchos años y fui formador de maestros en el oriente de Cuba. Era un profesional de la educación y conocía la historia de la humanidad”.

Esa convicción y formación integral lo llevaron a presentar su renuncia en junio de 1959, inconforme por el giro de la revolución cubana hacia el comunismo. Fidel rechazó su renuncia.

ACUSADO DE TRAICIÓN
Cuatro meses después volvió a presentar su salida irrevocable del ejército rebelde. Inmediatamente Fidel mandó a Cienfuegos con una tropa de hombres a capturar a Matos y lo acusó de traición.

“Así me convertí en uno de los primeros presos políticos”, comentó Matos, quien fue condenado en Cuba a 20 años de cárcel. “Esa experiencia [carcelaria] me permitió conocer hasta dónde las reservas morales de un ser humano permiten resistir el absurdo de una prisión difamante, porque a mí me hicieron horrores”.

Matos contó que Cienfuegos intercedió por él y habló con Fidel para llegar a una solución pacífica. De hecho Cienfuegos dijo que se cometía un grave error al ordenar el arresto de Matos.

“Fidel lo mandó a callar y creo que en ese momento empezaron los problemas de Camilo”.

Matos recuerda a Cienfuegos como un tipo de pueblo, gracioso y bueno para el aguardiente y las mujeres. “Era un hombre simpático y valiente. Pero le gustaba la bebida y Fidel lo utilizó porque se dio cuenta de que Camilo era inteligente para la pelea”.

En su encarcelamiento, Matos fue obligado a seguir por radio una actividad pública en la Plaza de la Revolución, donde supuestamente Cienfuegos lo denunciaría frente a las masas.

“No dijo nada de mí”, puntualizó Matos. “Habían convocado a un millón de personas, pero no mencionó mi nombre. En su lugar eligió unos versos de Bonifacio Byrne sobre la bandera”.

Matos añadió que Cienfuegos le informó en secreto de la situación que se avecinaba y las tensiones que habían surgido al interior del gobierno.

“Cuando Camilo bajó de la tribuna oficial durante esa actividad de la Plaza de la Revolución, estoy seguro que Fidel debió haber decidido su suerte, porque dos días después me mandó un papelito a la cárcel diciéndome que tenía que escaparme y que había surgido una condición muy difícil por mi caso”.

VALDÉS, CUSTODIO DE MATOS
El actual vicepresidente cubano, Ramiro Valdés, estuvo a cargo de la custodia de Matos.

“Es un sujeto sin principios. En la Sierra Maestra sabíamos que su papel era darle un pistoletazo a cualquiera que parecía sospechoso o que venía del llano a infiltrarse. Le daban tareas para gente sin escrúpulos”.

Matos terminó su condena el 21 de octubre de 1979.

“Fui a juicio en el Consejo de Guerra dispuesto a que me fusilaran, pero antes tenía que decir mis verdades”.

Una de estas verdades serían las críticas sobre los fusilamientos en Cuba.

“Fidel y Raúl siempre estaban diciéndome que teníamos que aplicar la justicia revolucionaria con la mayor severidad posible para que no se dieran más errores políticos. Fidel me visitaba en Camagüey para preguntarme por los fusilamientos”.

Después de su excarcelación, dos décadas más tarde, Matos fue enviado a un exilio forzado en Costa Rica. Con el tiempo establecería su residencia en Miami, centro de la diáspora cubana, junto a su esposa e hijos.

En Florida, Matos nunca perdió la brújula de la situación de la isla de Cuba y reforzó su tarea opositora en todos los frentes. Actualmente alista un plan de viaje a Europa con el objeto de reunirse con distintas autoridades para que se mantenga la llamada postura común, es decir, la exigencia respecto a Cuba en la búsqueda de una apertura democrática.

La discusión a profundidad sobre la situación cubana se realizará próximamente cuando el pleno de la Unión Europea analice la coyuntura de la isla sobre la base de la situación de los derechos humanos, entre otros puntos.

viernes, 20 de agosto de 2010

Poemas

Estoy algo triste hoy, no sé, simplemente sucede, cualquier piedra en el camino, por pequeña que sea y detona en mí esa bomba atómica del dolor. Incapaz de escribir nueva poesía, me remito a transcribir dos poemas antiguos, el primero sin título alguno:



Trémula hoja y escarcha,
alocando la tarde el sol en el ocaso,
triunfo nocturno de la lluvia
inasible eclipse, arco iris olvidado;
así, llega, ven de una vez,
no digas nada ahora,
amémonos, calla, como tus ojos.

Besa la tierra húmeda,
unión con la eternidad. Bésame,
ritual y turbulencia;
guerra inmemorial en la selva infinita
o beso mío,
silencioso amante tuyo.



El que transcribo a continuación marcó, creo yo, el momento en el que opté por dejar de soñar y vivir más en la tierra. Creo que, de todas maneras, los sueños son necesarios, son la guía en este camino:

Sueño N° 8

Sueño que no sueño más,
que vivo.
Vivo, ya no sueño más.
Una hora y media
en jornada de penitencia, soportar
lo que no debiera
seguir soportando.

Lo más importante lo único
es que en la tarde
te veré seguramente.
Adiós entonces
extenuación
y aburrimiento.
Adiós, para siempre adiós,
dudas y quimeras.
En la noche
no importa
a qué hora
tu carne será carne
no más idea. Estarás a mi lado.

Sueño que vivo
despierto,
que no duermo más nunca.
Vivo, me aferro
a la vida
porque tu vida
es una razón insoslayable.
¿Cómo podría abandonarme
por siempre
en la onírica lejanía,
renunciando al sacro estruendo
de tus palabras
en mis tímpanos?

Sueño y ya no sueño más.
Vivo o quiero vivir más bien
para lograr tu encuentro,
para eternamente decir,
eres mía,
soy tuyo...

domingo, 15 de agosto de 2010

La Mamacha Carmen de Paucartambo

Es raro lo que siento, pues, primero, me defino como un agnóstico (resulta inaccesible al entendimiento humano el conocimiento de lo divino). Sin embargo, la fe en la Virgen del Carmen de Paucartambo, en la tradición católica con la infiltración de cultos más bien prehispánicos, me resulta sobrecogedora. Extraña sensación, de verdad.




Este pequeño post lo escribo, con bastante desfase, después de la lectura del post respectivo de Yuri Boluarte (aprovecho para en una breve digresión felicitar a Yuri por haber recibido el Cargo de su Danza, lo que, el próximo año, le impedirá bailar, pero le exigirá durante los siguientes 12 meses, preparar con denodado esfuerzo todos los detalles para lograr una bonita fiesta, que permita el compartir de sus "muyuqmasi").



En ese post, Yuri plantea un tema importante: el de dos fiestas paralelas. La primera, la fiesta de aquellos que solamente van por los aspectos festivos (específicamente de juerga y desenfreno); para ellos, la festividad es el espacio perfecto en el que confluyen la necesidad lúdica en extremo y la oferta excesiva del placer; el condimento bucólico adereza esa combinación explosiva. Las calles de Paucartambo vomitan esa realidad, en cada esquina repleta de adolescentes y jóvenes ebrios, aturdidos o exaltados por alguna sustancia psicotrópica, inundadas de orines y mierda que contrastan su cotidiana limpieza y simplicidad, aturdida en su originalidad cultural por los estrambóticos parlantes de algún visitante desubicado.

La segunda fiesta es la de los bailarines y devotos. Esta fiesta es la de la Mamacha Carmen, por supuesto. La más importante, como nos dice Yuri. Es de ella, en la intimidad que he podido conocer, que quiero escribir esta vez.

De las primeras veces que estuve en Paucartambo y, específicamente, en la Fiesta de la Virgen recuerdo el atrevimiento e ironías de los Qollas, la elegancia del Qapaq Negro y del Contradanza, la fuerza del Majeño. Pero, me acuerdo también del desprecio hacia el "indio" entre la gente más devota de la festividad, cuestión que, siendo comprensible por tratarse de una tara que se arrastra por siglos, resulta repudiable por completo, más aun cuando una de las fuentes de esa tradición (la más importante) es justamente la andina. Ahora, en Paucartambo de 2010, volví a estrellarme con ese lamentable lado oscuro: un danzante, probablemente devoto, empujaba con desprecio, como si se tratara de un animal, a una mujer campesina. Me volvió al recuerdo aquella palabra kechua que oía de niño en esta misma festividad: hatary. La dirigían incluso los Maqtas contra campesinos sentados como espectadores en la fiesta. Claro que la actitud de esos danzantes, incluidos los Maqtas otra vez, era hasta humilde y suplicante cuando se trata de un foráneo. Una versión andina de la centroamericana "Maldición de Malinche". Años después quise ver en el Qapaq Qolla la defensa no solo de la cultura, sino por sobre todo de la gente. Hoy me doy cuenta que exageré en la ilusión.

Entonces, concordando con Yuri en la apreciación de esas dos fiestas en paralelo, creo que la verdadera, la que se mueve por los hilos incomprensibles de la fe, es una muestra de la riqueza cultural de la zona y, por sobre todo, de la riqueza humana en ese sector, a pesar de los desencuentros humanos y culturales. El resultado es magnífico.




Claro que hay diversos grupos de danzas y de "costumbres" o deformaciones más bien. El Qapaq Negro es una danza linda, hermosa, elegante (mi hermano Amílcar la bailó muchos años y dejó de hacerlo solo cuando se fue a radicar a Suiza). Sin embargo, hoy, siendo de las más numerosas está conformada por personas que debieran haberse "jubilado" muchos años atrás de la danza. La danza es, incluso en el caso de festividades religiosas, un despliegue estético, de belleza. Y, normalmente, el clímax de la belleza se encuentra en los años de la juventud. Creo, por tanto, que en una danza como esta, aunque en otras también, se hace necesario un relevo generacional (esto entre los Qollas lo denominaban como "Golpe", figura a través de la cual un grupo más joven irrumpía en la sempiterna organización de la danza, para innovarla y renovarla).

El Qapaq Negro ha llevado a una dimensión intolerable, el ejercicio festivo del poder (o de su ilusión), durante esos cuatro o cinco días de la fiesta. El Caporal, un atorrante e insignificante ser social minúsculo cobra en esos días un protagonismo descomunal, pues, prácticamente, organiza el funcionamiento social del pueblo con sus poses de beato. Este año, por ejemplo, para la bendición de la Virgen en el Puente, hubo que aguardar el tiempo que a él se le antojó hablar y cantar ante la Virgen, contrito, todo bondad. Una actitud deplorable, pues comulga los puntos de vista más conservadores con el desprecio a la gente más humilde y la sobonería hacia los encumbrados.

Pero, además, esta danza organiza hoy unas muy grandes y notorias fiestas en las que, por supuesto, los invitados principales son solamente personas de "alcurnia" y muchos visitantes foráneos. Malinche en pleno.

Entonces, en Paucartambo, además del despliegue de color y ritmos hermosos, se da también el despliegue de las taras y complejos sociales que hacen que las propias danzas estén construidas sobre los compartimentos sociales que caracterizan la sociedad cusqueña, por la que puede apreciarse una marcada estratificación. Lo cierto es que las danzas que se encuentran en la base, como pueden ser el Kachampa, los Chuqchus, el Panadero, el Sijlla, hacen denodados esfuerzos por permanecer activos y por lograr que algún devoto asuma el Cargo del próximo año. Mientras tanto, las danzas, las menos, que se encuentran hacia la cúspide de esa pirámide, tienen "Carguyoq" previsto por varios años por delante; entre estas danzas, la primera es el Qapaq Negro, seguida por el Saqra, la Contradanza. Las demás danzas van ubicándose a continuación. Es más, la gente que quiere ser parte protagónica de esta fiesta, al sentir la exclusión de las danzas más "nobles", se ha visto forzada a hurgar en la historia y rescatar danzas desaparecidas o, simplemente, a inventárselas (Danzaq, Chunchacha, Negrillo, Kanchis, etc.).

El caso del Qapaq Qolla es realmente llamativo, pues son quizá los danzantes que, de alguna manera, se "mezclan" con el pueblo y comparten también los excesos de los espectadores. Y, a pesar de ello, es la cuadrilla predilecta de la Mamacha en el decir popular. En ella, salvo el caso de un danzante perteneciente a la familia más vinculada con la danza, es requisito indispensable el hablar y entender el kechua, para poder bailarla. Es más, creo que esta danza muestra de la manera más transparente el verdadero ser de la fiesta: culto a la Mamacha Carmen, primero, culto al ser humano y el compartir de los seres queridos, segundo. Una visión de integridad.
Ahora bien, en la Revista Somos del diario El Comercio, Milagros Leiva ha publicado un artículo titulado "Paucartambo al rojo vivo", una simpática crónica de viaje y vivencia de la fiesta de la Virgen del Carmen de esteaño. No obstante que en dicho artículo se reconoce el rol que cumple en esa fesividad mi abuela, doña Haydeé Sivirichi, lo cierto es que comete también una serie de apreciaciones exageradas, propias quizá de alguien que no ha tenido mayor experiencia de vida que en la capital. Así, por ejemplo, señala que el camino desde Cusco a Paucartambo es una "trocha", justamente ahora que, al menos, se ha anchado; recordarán quienes han recorrido esa ruta el tiempo en que habían días de ida y días de vuelta. ¿Qué era en ese tiempo esta carretera?
El aislamiento de este pueblo al que se refiere Leiva es cierto, pero no exclusivo, pues así viven la mayoría de las provincias del Cusco, aisladas (pónganse a pensar en la segunda ciudad del Cusco, Quillabamba). Y no creo que los habitantes de Paucartambo tomen como "milagro" de la Mamacha Carmen el que Telefónica haya instalado este año su primera cabina internet (el año pasado ya había internet, pero incluso este año la comunicación telefónica era sumamente deficiente), sino que palmo a palmo siguen trabajando por salir de esa situación, incluso hoy que la "gente decente" se queja de la presencia voluminosa de migrantes de Sicuani o de Puno. Quizá este momento se está viviendo una nueva ola en las relaciones del Cusco con los habitantes del Qollao, con los descendientes de aquellos comerciantes en que se inspira la danza del Qapaq Qolla.

Murió Armando Robles Godoy

Como informa El Comercio:

"Todo el cine nacional está de duelo. El reconocido y laureado cineasta Armando Robles Godoy falleció hoy a las 11:30 a.m. en el Hospital Edgardo Rebagliati.
"Luego de permanecer varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos, el director de filmes como “La muralla verde” o “Espejismo” dejó de existir, al no poder enfrentar un cuadro de un traumatismo y cuadro de anemia severa, que padecía tras el atropello vehicular que sufrió hace más de dos semanas.

"El jueves pasado, la hija del cineasta Marcela Robles había pedido al público en general que apoyen a su padre con donaciones de sangre, con el fin de superar una recaída que había sufrido el cineasta".

Gran pena porque se nos va uno de los intelectuales más provocadores del medio, un iconoclasta en todo el sentido de la palabra. Como muestra, la sinopsis de su película Espejismo. Me llamó mucho la atención la pregunta del niño al maestro: ¿por qué no nos dijo que Caín mató con justicia a Abel?

domingo, 1 de agosto de 2010

Entrevista a Carlos Iván Degegori

Transcribo la excelente entrevista dque Federico de Cárdenas le hace a Carlos Iván Degregori:
“Este gobierno optó por ser el guachimán de la gran empresa”
Antropólogo, docente sanmarquino, investigador del IEP y ex comisionado de la CVR, Carlos Iván Degregori sigue con atención la realidad política, social y cultural del país. Aquí opina sobre el mensaje presidencial y otros temas urgentes.

Por Federico de Cárdenas

¿Cuál es tu impresión general del mensaje presidencial?
–Previsible. Difícilmente se podía esperar algo distinto. Es cierto que el Perú avanza, pero por efecto de alguno de esos pactos fáusticos con el diablo parece que el avance se corporizara en el presidente y entonces uno ve que el Perú avanza, pero de manera desigual y no proporcionada. Unas partes crecen con desmesura, otras se quedan, y el rostro del avance es desequilibrado. Me quedó patente cuando pasaron las imágenes de AGP en el 2006, ni siquiera las de 1985 o 90. Es algo que no ves, por ejemplo, en Fernando Belaunde Terry 1 y FBT 2, en quien se aprecia un envejecimiento, pero a la vez una continuidad más armónica. AGP nos deja un avance innegable en cifras, con las desigualdades reducidas en algunos campos, pero en otros ocurre lo contrario, como lo prueba el que ahora hayan más conflictos que antes. Se cumple, creo, algo que Álvarez Rodrich dijo: que el gobierno no tenía por qué ser guachimán de petroleras. Este gobierno optó, y desde el comienzo, por ser el guachimán de la gran empresa y me parece notorio.Lo que vi el 28, medio siglo después y con todas las diferencias –este es un gobierno democrático–, es que AGP ha optado por una suerte de odriísmo, aunque en él sería “hechos + palabras”. Las 130,000 obras anunciadas demuestran que ha optado claramente por que se le recuerde por ellas. Es una suerte de revancha personal respecto del desastre que fue su primer gobierno e incluso hizo referencia a ello al mencionar a su padre, algo que puede leerse como una reivindicación ante el país y hasta ante su familia. Pero ello le ha costado pasar del AGP audaz y heterodoxo –que lo hizo mal– al otro extremo: ahora es alguien sumamente conservador. Entre la baraja de opciones que hay en el mundo, el modelo que nos propone es uno que está en retroceso, duramente cuestionado por la crisis financiera actual.
–¿Tuviste, como muchos, la impresión de que este discurso no era de despedida sino de inicio de la campaña para el 2016?
–Sí. Hubo muchas referencias de metas que han de cumplirse para el 2021, lo que quiere decir que está pensando en el regreso. Pero para eso necesita dejar la vía lo más despejada posible, y ahí sus opciones por una democracia de las que en inglés se califican de “musculosas” (por no decir democradura) pasan por inflar fenómenos como el terrorismo –por el cual no guardo la menor simpatía, pero que es algo que ya pasó– y al que no se puede ver hoy sin su alianza con el narcotráfico.Tampoco se puede desligar este discurso de lo que pase con el Apra en las elecciones municipales. Si en la elección para el Congreso la oposición se disuelve y los oficialistas quedan como dueños del hemiciclo, las cosas no lucen tan fáciles para el 3 de octubre. Es que el caudillismo de AGP surge sobre la desinstitucionalización del partido. Esos gritos de la barra aprista “Alan sí puede” suenan a abdicación e impotencia. García deja al PAP en las peores condiciones desde el 2000: un partido lleno de pleitos internos y muy atravesado por la corrupción, y en el que la candidatura de Roca desentona de un plan original, que buscaba que no hubiera candidato para votar por Alex Kouri. Aunque Roca se aferra, no descarto que acaben retirándolo.
Adiós a Haya de la Torre
–Eres uno de los que ha seguido la evolución de AGP, ¿podías imaginar que daría este giro de 180 grados?
–No. Y menos sin que hubiera una explicación al partido y al país. Hasta el 2006 encontraba su evolución coherente. Comprendía que tenía que rectificar lo anterior y reivindicarse. Pero entre lo que ofreció el 2006 y lo que ha hecho... El 2006 su programa era una suerte de socialdemocracia light, apegada a lo que se ha llamado “tercera vía”, con una participación más eficaz del Estado. Pero no hizo nada de eso. Acabó ocupando el lugar en el que Lourdes Flores se ubicaba, e incluso más a la derecha, pues Lourdes siguió hablando de economía social de mercado, y con García tenemos economía de mercado a secas. Claro, sube a un carro que Toledo había dejado en marcha y lo acelera; pero por otro lado no hay presidente que haya maltratado más a la ciudadanía: “perros del hortelano”, “andinos tristes”. Está bien que quiera infundir optimismo, pero no hay en él ninguna autocrítica, y el desconcierto se nota en el Apra.
–Ya no es más el mensaje doctrinario de Haya de la Torre, lo que hay es neoliberalismo simple y duro.
–Claro. Es verdad que el discurso de Haya también varió, pero haciendo un balance, hechas las sumas y restas se le puede considerar centrista o a lo sumo de izquierda democrática. Hoy el único hilo que le queda con respecto al aprismo primigenio es lo de “Pan con libertad”, que mencionó varias veces. Podemos tomar el aumento del PBI y la disminución de la pobreza como “pan”, y la libertad es la de toda democracia dura, con las acotaciones que puedan agregarse. Algunos podrían decir que es el “fin de las ideologías”, pero no sería exacto: las ideologías regresan, y con fuerza.
Sin reformas
–Tampoco puede negarse que este gobierno ha disfrutado de un momento excepcional de prosperidad –que permitió incluso superar sin escollos la crisis internacional–, pero a la vez, por haberse ido al extremo, no pudo hacer las reformas que se necesitaban, y que el 28 ya AGP dejó de lado.
–Ese es el gran déficit, la oportunidad perdida. Por eso cito a Odría y su frase. Pero las obras no bastan y nuestro futuro a mediano plazo puede ser frágil. La situación de crisis mundial no ha terminado, y nuestra inserción sin las reformas institucionales famosas –en verdad, reforma del Estado– se limita al puro economicismo. Se cree que cambiando la economía lo demás vendrá por añadidura, y no es así. Creo que donde más hemos perdido tiempo es en educación y salud, que requerían una inversión mucho mayor y soluciones imaginativas que no se han dado. Eso de “colegios mayores” me parece una propuesta del siglo XIX, allí donde se requiere buena educación para todos. Luego puede haber centros de excelencia, pero no al revés.
–Tampoco hubo avances en seguridad ciudadana y combate a la corrupción.
–Es que no se la vincula a la lucha contra el narcotráfico en las ciudades, pese a que estamos con el espejo mexicano muy cerca. Se deja todo a la policía y a la mano dura, algo que deriva del sentimiento de falta de legitimidad de las élites. Pero la ausencia de reformas en el Estado es un problema clamoroso. Cuánto se pudo hacer en un contexto tan favorable como el de los últimos cuatro años, en que ha habido un manejo de la economía sensato y dinero disponible. En cuanto a corrupción, AGP señala el problema, pero no ofrece soluciones concretas.
–¿Por qué crees que no ha habido voluntad de reformas?
–Es un problema complejo. A menudo, y sobre todo en los predios de la derecha, se cita al velasquismo como la suma de los males. Pero se olvida de que el primer gobierno de FBT quiso hacer reformas y fue el Apra en alianza con el odrísmo el que las impidió. Luego vino Velasco e impuso las reformas a la mala. Ese problema del Apra con las reformas se repite, y el resultado es que vivimos una situación medio a lo China: economía y obras. Pero, por otro lado, a García se le agotaron la audacia y la creatividad, no se le ve querer jugarse por algo, ni siquiera por una economía de mercado pero con reformas. Alan no es un neoliberal con audacia. Eso me parece que también se vio en el discurso: una especie de agotamiento que no es de ayer, y que se limita al “sí se puede”, cosa que dudo, porque se puede llegar al primer mundo con violencia y represión, pero no sin educación. México es en esto un espejo en el que podríamos mirarnos. Ya se creía en el primer mundo, y según muchos de sus indicadores ya casi lo estaba. Pueden venir sorpresas feas.
–¿Corregirías tu vaticinio de hace dos años, que veía al segundo García como una suma de Fujimori y Toledo?
–Parcialmente. Es curioso, va a ser una suma de Fujimori y de Toledo pero más pálido que ambos, para bien y para mal. Toledo en sus inicios intentó hacer ciertas reformas y luego se fue apagando, víctima de su impopularidad, quedándose solo en el buen manejo de la economía. En cuanto a Fujimori, por cierto que no ha llegado, a nivel político ni a nivel de corrupción, a lo que fue ese gobierno, pero hay una corrupción evidente y que lo salpica por todas partes, algo casi sistémico y que implica a lobbystas y gente vinculada al Apra. Frente a esto, el mensaje no dio iniciativas serias anticorrupción. Pero el segundo García tiene algo del autoritarismo competitivo de Fujimori y también ha optado por la dureza en la represión de los movimientos sociales. Creo que lo que faltó a mi vaticinio fue ese lado odriísta que señalaba. Finalmente, el segundo García es más conservador de lo que imaginé.
La oposición
–Decías que el 28 también tuviste la impresión de una disolución de la oposición. ¿Cómo ves su rol en este período?
–Lamentable. Y esta reciente elección del presidente del Congreso es como el capítulo final de lo que han sido estos años. Han implosionado y, para empezar con el grupo más numeroso, me parece que Ollanta ha perdido cuatro años. Mi impresión es que no logra cuajar un partido, un equipo y un programa que sean alternativa. AP tiene límites muy grandes; del PPC nunca se supo si era oposición u oficialismo y acabó brindando ministros al gobierno. No es que no haya habido oposición, es que ha sido tan frágil que ha acabado diluyéndose.

viernes, 16 de julio de 2010

Calle 13, al ataque nuevamente

Letras directas de esta canción aunque no completas. Buscaré para colgarlas. Infiltrarse en el sistema para reventarlo desde dentro.

sábado, 3 de julio de 2010

Primer sueño

Desde niño soñé con ser Presidente de nuestro país y, luego, imaginaba llegar a ser Alcalde del Cusco. Entonces, el sueño era fácil y me imaginaba logrando el desarrollo del Perú, primero, y luego generalizándolo hacia toda Sudamérica, para finalmente devolverle el esplendor al Cusco. Hoy, a mis casi cuarenta años, ya no me es tan sencillo soñar, pues me da la sensación del delirio y, probablemente, asumo con cierto realismo mis limitaciones y mis verdaderas posibilidades (la política es un campo privilegiado de concesiones recíprocas y, sobre todo, de habilidades sociales de las que carezco por completo).


Sin embargo, no quiero que los sueños que aun me acompañan y que seguramente no demorarán en abandonarme se pierdan en la nada. Los quiero compartir con usted, enigmático receptor de estas líneas. Hoy mis sueños quiero circunscribirlos al Cusco, la tierra de la que vengo y en la que, al final de mis días, espero que se esparzan mis cenizas.
  1. El Cusco fue centro de una importante cultura de la antigüedad y, de alguna manera, marcó un hito central en un desarrollo independiente de las denominadas "grandes culturas". Fue centro de esa cultura y de una cosmovisión de la que no hemos conocido mucho y, más bien, vamos perdiendo paulatinamente.

  2. Otro hito importante fue el de la revolución tupacamarista del siglo XVIII y sus repercusiones en el mundo andino, aunque también las consecuencias de la represión realista como consecuencia de la misma generó grandes pérdidas respecto a los pueblos andinos.

  3. Durante la primera parte del siglo XX, el Cusco y los cusqueños lograron volver la mirada sobre ellos mismo, sin perder de vista el acontecer mundial, intentando recuperar la esencia de la cusqueñidad y las posibilidades de un desarrollo regional.

  4. Desde los últimos 25 años del siglo XXI, el turismo y la actividad económica en torno al turismo, se han convertido en la columna vertebral de la ciudad, aunque paradójicamente esto ha generado una banalización de la realidad de la ciudad, en la que no existen actividades culturales, más allá de alguna excepciones y los permanentes espectáculos folklóricos.

  5. El kechua se viene perdiendo y cada vez son menos jóvenes urbanos los que hablan o, por lo menos, entienden este idioma. La Academia de la Lengua Quechua no tiene una dinámica importante que aporte no solo en el mantenimiento de esta lengua, sino respecto de su desarrollo para estar acorde con este tiempo. Sueño con que se desarrolle una Academia Plural en la que los diferentes dialectos del kechua tengana cabida, enriquecioendo esta lengua, para que los peruanos y especialmente los andinos volvamos a sentir el orgullo y la necesidad de su aprendizaje.

  6. La antigua Universidad San Antonio Abad se ha estancado y su calidad de centro cultural y académico no es más reconocido, ni siquiera dentro de las fronteras nacionales, a pesar de las nostálgicas reminiscencias de otros tiempos. Por tanto, un primer sueño que propongo es que esta Universidad sea recuperada en su condición de centro de desarrollo cultural, lo que implica, necesariamente, que se hagan cargo de ella personas profesionales competentes y con los necesarios y reales merecimientos académicos, que no pasan por el formalismo de los cartones hasta el hartazgo. No queremos doctores o magísteres, llenos de papeles, pero que no saben por lo menos hilvanar una idea por escrito (a pesar de lo cual hasta escribieron libros que quizá nadie leyó), queremos profesionales capaces de relanzar el ánimo de investigación, de estudio en su sentido mayor. Esa Universidad ya no debiera estar situada en medio de la ciudad, sería importante trasladar su ubicación, quizá hacia el Valle Sagrado o incluso hacia La Convención, lugar donde la ciudad universitaria sea eso, una ciudad o comunidad de estudiantes y maestros. En esa Universidad no pueden verse los servicios higiénicos sucios que espantan cualquier ánimo de higiene como los tiene hoy. Tampoco puede seguir siendo una extensión de la ciudad, debe ser el corazón y el cerebro de la ciudad, de nuestra cusqueñidad. Los nuevos aires debieran empezar a soplar desde ahí. Una Universidad en la que se promueva la investigación, empezando por cosas tan familiares como los logros prehispánicos en la agricultura, en la astronomía, en la medicina. ¿Seremos capaces de recuperar los conocimientos que permitieron desarrollar los andenes o el control vertical de pisos ecológicos? Si no somos capaces de empezar a promover la investigación universitaria en estos campos y así el desarrollo de un foco cultural, contentémonos, como hoy, entonces con los despliegues folklóricos de nuestra cusqueñidad.

  7. El Cusco no puede seguirse irguiendo (o postrando) ante el Perú limeñocentrista. La integración panandina es un eje que debiera trabajarse con seriedad y aun al margen de la capital de los reyes. Un segundo sueño que propongo: una interconexión ferroviaria (con trenes veloces por no excederme diciendo trenes de alta velocidad) entre el Cusco y la ciudad de La Paz en Bolivia, que permita que el sur andino del Perú y el nor occidente boliviano se integren de mejor manera y puedan desarrollarse los intercambios de manera más fluida. Sueño con que luego ese circuito ferroviario llegue hasta Quito en Ecuador. (Dicho sea de paso, en Brasil están convocando a dferentes empresa para que se desarrolle un mega proyecto de 12 mil millones de dólares: tren de alta velocidad para unir Sao Paulo y Río de Janeiro; aunque nuestra realidad es muchísimo más austera, persisto en el sueño de trenes veloces por lo menos).

  8. Sueño un Cusco con una arquitectura inteligente y moderna, pero propia, una ciudad hermosa no solo por su pasado, sino fundamentalmente por su presente y su futuro. Se necesitan arquitectos, entonces, que miren más allá de la piedra de los doce ángulos y que, de manera creativa, edifiquen una ciudad armoniosa con su contexto geográfico y cultural. Capaces, eso sí, de impulsar una creatividad sin límites.

  9. Un Cusco con medios de transporte modernos aunque ajustados a sus necesidades. Podría ser un pequeño Metro (o tren) que recorra el Cusco desde el corazón de la urbe hasta Urcos quizá, aun no lo sé, y con sistemas troncales de alimentación. Debieran desaparecer las combis espantosas y nuestras calles debieran ser, además de hermosas, funcionales.
Continuará................

miércoles, 23 de junio de 2010

Cuba entre dos fuegos

Un artículo muy interesante, mesurado y hasta equitativo, sobre la siempre controvertida Cuba.





Regreso a La Habana: ¿se abre el diálogo?

Los intolerantes de dentro y de fuera no sirven a Cuba. El país necesita reconciliación nacional, libertad y reformas estructurales. Son decisiones que corresponde tomar a los cubanos sin interferencias externas

CARMELO MESA-LAGO

Después de 20 años sin poder ir a Cuba, visité La Habana (14-20 de junio) para participar en la X Semana Social Católica, invitado por el cardenal Jaime Ortega. Me otorgaron la visa de entrada, pero a la semana un funcionario del Consulado cubano en Washington me informó de que la habían revocado. "¿Puede darme las razones?", pregunté. Me contestó: "Vino de arriba". Tras una nueva gestión del cardenal y otros apoyos, me telefoneó el cónsul de Cuba para darme la noticia de que se había revocado la revocación.

Entre 1978 y 1990 viajé cuatro veces a Cuba, para participar en diálogos, seminarios y encuentros con economistas cubanos. Primero fue el "diálogo" entre el Gobierno cubano y la comunidad en el exterior, en gran medida un monólogo pero que resultó en la liberación de 3.600 presos políticos y el inicio de los viajes de exiliados cubanos a la isla, así como de sus familiares a Estados Unidos. En 2003 me invitaron para la primera conferencia internacional de seguridad social en La Habana; envié una ponencia, me incluyeron en el programa, tenía una entrevista concertada con técnicos cubanos para discutir un estudio mío sobre la reforma de las pensiones... y no me dieron la visa.

Este último viaje fue el más grato y con mayor anuencia. Unos 150 representantes de acción social en diócesis de toda la isla, académicos y funcionarios nacionales me trataron con afecto y respeto; charlé dos horas y media con el cardenal y también individualmente con cuatro obispos. Me reuní en el Centro de Estudios de la Economía Cubana (Universidad de La Habana) con nueve economistas; con los cuales había sostenido un intercambio académico por muchos años así como debates en España, EE UU, Canadá e Italia pero no en Cuba. Contrario a los cuatro viajes anteriores en que predominó la confrontación, en este prevaleció el consenso y el diálogo respetuoso a las ideas diversas.

El canciller del Vaticano Dominique Mamberti planteó que la ley no puede "sofocar la libertad religiosa y limitar o negar otros derechos fundamentales"; la Iglesia tiene "el deber inmediato de actuar a favor de un orden justo en la sociedad". El cardenal dio la bienvenida al "diálogo que acerca, que crea puentes". El jesuita Jorge Cela, destacó pasajes clave para Cuba de la Encíclica Caritas in Veritas: el amor frente a la confrontación para la reconciliación nacional; el derecho a la libre asociación; la importancia de la sociedad civil para el desarrollo de la democracia económica; el pluralismo de empresas para no dejar todo en manos del Estado; el diálogo y la participación de todos en los cambios necesarios.

Aurelio Alonso, subdirector de la revista Casa de las Américas, advirtió que el diálogo implica tolerancia y entendimiento, en vez de proselitismo e imposición. Fue partidario de eliminar los actos de repudio en las dos orillas, rechazó mirar a la comunidad de Miami con inmovilismo, reconoció que Cuba no ha contribuido en medida suficiente a generar un clima de diálogo y concluyó: "Nuestra capacidad para dar respuesta al diálogo dentro de la nación depende de que estemos en condiciones también de afrontar el diálogo con la emigración". Jorge Domínguez, vicerrector de Harvard, notó que la palabra "traición" se utiliza en Cuba y en el exilio contra aquel que discrepa, un recurso del que carece de argumentos y evidencia su temor a que si hay un debate, se demuestre su ignorancia. Con excepción de 1978, las reuniones con la emigración se han limitado a representantes de la última que coinciden de antemano con el Gobierno en una agenda fijada por este. Citó encuestas que muestran que el porcentaje de los exiliados en el sur de Florida que aprueban el diálogo ha crecido de 40% en 1991 a 65% en 2007, aumentando a 79% entre los que emigraron después de 1995.

En la sesión sobre reconciliación entre cubanos, Rafael Hernández, director de Temas, jugando el papel de abogado del diablo, presentó 17 preguntas. Aceptó la reconciliación de las personas y las familias. Consideró imposible la reconciliación entre ideologías diversas, pero afirmó que la reconciliación política es "premisa imprescindible para conseguir la estabilidad y el equilibrio social en Cuba". Arturo López-Levi, profesor adjunto de la Universidad de Denver, se centró en la idea de "Casa Cuba" propuesta por Carlos Manuel de Céspedes, y mantuvo dos principios fundamentales: la soberanía nacional y el acatamiento de todos los derechos humanos, incluyendo un Estado democrático y de bienestar, con gobierno de mayorías y respeto a las minorías. La reconciliación es un proceso basado "en la premisa de que un paso de distensión puede llevar a otro, creando impulsos y cambiando el ambiente social y político".

En el panel sobre economía y sociedad, los académicos cubanos Omar Everleny Pérez Villanueva y Pavel Vidal presentaron análisis francos y detallados de la magnitud de las crisis macroeconómica interna y externa, así como de la banca, con los cuales concordé. Yo analicé el envejecimiento de la población cubana (el más avanzado en la región después de Uruguay) y cómo agrava la insostenibilidad financiera de las pensiones a largo plazo, a pesar de que el poder adquisitivo de las mismas se ha reducido a la mitad desde 1989. Hubo consenso sobre la necesidad de implementar las reformas estructurales económico-sociales, acelerarlas y profundizarlas, para dinamizar un proceso que en los últimos tres años ha sido positivo pero lento y a cuentagotas, sin atacar los problemas fundamentales planteados por Raúl Castro desde 2007: la incapacidad de la agricultura para producir el 80% de los alimentos que se consumen, la dualidad monetaria, la insuficiencia de los salarios para cubrir las necesidades básicas, la necesidad de aumentar la producción y la productividad, así como revertir la caída en las exportaciones y en la producción azucarera.

Mi última visita en 1990 había precedido la terrible crisis que siguió al colapso del campo socialista. Después de 20 años no reconocí a mi amada ciudad. Paradójicamente, no sabía dónde me encontraba: ni en la parte de La Habana Vieja maravillosa y fielmente restaurada por Eusebio Leal, ni en la esquina de Galiano y San Rafael o las calles Reina y Monte, antes los centros comerciales más importantes y ahora en ruinas. Visité a los disidentes pacíficos Óscar Espinosa Chepe, economista independiente y uno de los 75 presos de la Primavera de 2003, y su esposa Miriam Leiva, escritora y una de las principales organizadoras originales de las Damas de Blanco. Viven en un apartamento minúsculo y pobre, ciertamente no el lugar de personas acusadas de recibir dinero del extranjero.

Antes de mi visita habían ocurrido eventos cruciales: la muerte de Orlando Zapata, el acoso a las Damas de Blanco, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas, y el encuentro del cardenal con el presidente. De esta reunión surgió la autorización del Gobierno a que desfilen las Damas de Blanco sin actos de repudio, la liberación de un preso político que está parapléjico, y el traslado de otros 12 presos enfermos a cárceles menos severas y más cercanas a sus familiares. Estas acciones deberían ser apoyadas, dentro y fuera de Cuba, con la esperanza de que conduzcan a la liberación de todos los presos de conciencia. Pero un sector minoritario extremista del exilio en Miami se opone a ello y acusa de colaboracionistas a los cubano-norteamericanos que participamos en la Semana Social Católica. También dentro de Cuba hay un sector (tildado por una alta autoridad cubana de dinosaurios y jacobinos) que obstaculiza la apertura y las reformas económicas. Ambos grupos intolerantes antagónicos se unen en la defensa de sus intereses respectivos y en la confrontación, retroalimentándose entre sí.

¿Cuál es la alternativa que después de 51 años ofrecen estos dos sectores extremos? Es inhumano que exiliados que tienen una vida acomodada, sin sufrir las enormes carencias que afronta el pueblo cubano, fomenten el hambre para provocar un estallido o la guerra civil. Es igualmente reprobable que funcionarios y burócratas cubanos, a los que tampoco les faltan bienes y servicios negados a su pueblo, se opongan a las reformas urgentes y necesarias para sacar la nación de la crisis.

Hay que romper el círculo vicioso con un diálogo que lleve a la reconciliación nacional, la libertad de los presos de conciencia y las reformas estructurales esenciales, decisiones que corresponden a los cubanos sin interferencia externa. Esta alternativa humana no solo ayudaría a Cuba, sino también a la eliminación del embargo de Estados Unidos y a un cambio de actitud de la Unión Europea. Para ello, estoy dispuesto a regresar a mi patria de origen, contra la oposición de los grupos intolerantes dentro y fuera de Cuba.

Carmelo Mesa-Lago es catedrático de Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh (EE UU).

martes, 15 de junio de 2010

Alienación en el menú doméstico

Esta tira cómica de El Otorongo me parece elocuente, divertida y no menos dramática: es lo que han hecho de nosotros con esas tiernas películas de Disney y, por otro lado, con la industria porno.


Algo sumamente preocupante sucede en materia de derechos humanos en el Perú

Transcribo el pronunciamiento del Instituto de Defensa Legal (IDL) sobre la reciente delegación de facultades legislativas.



IDL denuncia: Inconstitucional delegación de facultades legislativas al ejecutivo en materia de: código de justicia militar, ley de uso de la fuerza y violaciones de derechos humanos

1. Si bien la Constitución admite excepcionalmente la delegación de facultades legislativas al Ejecutivo por parte del Parlamento, es preocupante que se haya convertido en regla general en estas materias tan sensibles, que pueden afectar los derechos fundamentales y el Estado de Derecho. Mucho más grave aún es el hecho que la delegación haya sido aprobado por tan estrecho margen de votación (43 votos a favor, 40 en contra y 4 abstenciones).

2. Sobre el Código de justicia militar y policial (Decreto Legislativo Nº 961), no es cierto que exista la necesidad de adecuarlo a las sentencias del Tribunal Constitucional, pues éste ya lo adecuó al marco constitucional en el año 2006 mediante una sentencia emitida en el Expediente Nº 0012-2006-PI/TC, que declaró inconstitucionales varios artículos de dicho Código, “adelgazándolo” y adecuándolo a la Constitución. Por ende, un nuevo Código de justicia militar policial es una exigencia del Tribunal Supremo de Justicia Militar y no del Tribunal Constitucional.

3. Sobre la Ley de uso de la fuerza letal por parte del personal militar (Ley Nº 29166), si bien es cierto que el Tribunal Constitucional exhortó al Parlamento a modificarla mediante sentencia emitida el septiembre del 2009 en el Expediente Nº 0002-2008-PI/TC, pues declaró inconstitucionales algunos de sus artículos, consideramos que esta materia no debió ser delegada ya que podría afectar derechos fundamentales como la vida e integridad física cuando el personal militar haga uso de su armamento. Por ende, debió ser el Parlamento y no el Ejecutivo el que cumpla la exhortación del TC.

4. Sobre las normas procesales y penitenciarias relacionadas al personal militar y policial que han sido procesados o condenados por delitos que implican violación a derechos humanos, esta es una materia que claramente excede la propia solicitud de delegación de facultades del Poder Ejecutivo y un contrabando muy peligroso, pues abre la puerta para que el Gobierno apruebe indebidos beneficios penitenciarios para las personas condenadas por violaciones de derechos humanos o beneficios penales para las personas que vienen siendo procesadas por estos delitos. En otras palabras, abre la puerta para una posible “ley de amnistía” encubierta.En consecuencia, exhortamos al Parlamento a que reconsidere esta delegación legislativa aprobada el día de ayer, de lo contrario, constituirá una grave afectación a la Constitución y a los compromisos internacionales de nuestro país en materia de derechos humanos.

Lima, 11 de Junio del 2010


miércoles, 9 de junio de 2010

Pluralismo jurídico efectivamente reconocido

En Bolivia acaba de dictarse una norma que reconoce, realmente, el pluralismo nacional, cultural y jurídico, pues ahora los pueblos indígenas podrán administrar justicia de acuerdo a su cosmovisión. Esto constituye un gran reto para ese país, pero especialmente para los propios pueblos originarios, pues tienen que desarrollar su administración de justicia sobre la premisa de que vivimos en un mundo globalizado, que demanda armonizar el derecho interno con los derechos fundamentales universalmente reconocidos.

Sin perjuicio de lo anterior, creo que es un muy importante avance que, sin lugar a dudas, va a generar consecuencias incluso en nuestro país, en el que el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios no es una prioridad y se confunde con el contenido de las reinvindicaciones folclóricas y se pasan por alto hechos graves como el del denominado Baguazo.



Muñeco colgado en Bolvia

Hay quien teme que la medida estimule los linchamientos.

clLo mismo ocurrió en esta oportunidad en el Congreso con la promulgación de la Ley del Órgano Judicial.


La BBC informa del siguiente modo:

Bolivia legaliza la justicia indígena

La cámara baja del Congreso boliviano aprobó una ley que les da a los pueblos indígenas el derecho a administrar justicia de forma autónoma y según sus propios valores y costumbres.

La medida hace efectivo uno de los principales cambios contemplados en las reformas constitucionales aprobadas por un referéndum en enero de 2009.

La nueva Carta Magna define a Bolivia como un Estado plurinacional y les otorga más poder a las 36 comunidades indígenas del país.

Según el gobierno boliviano, la mayor parte de la población indígena percibe a la justicia ordinaria como corrupta y racista.

La oposición, sin embargo, teme que la medida pueda estimular castigos colectivos como linchamientos y lapidaciones, que se han vuelto más comunes en los últimos años.

Sólo el mes pasado, cuatro policías fueron linchados en una comunidad andina, que justificó el acto en nombre de la justicia comunitaria. Las autoridades aún están buscando a los responsables.

Problema de competencias

La polémica en torno de la justicia indígena ha sido muy similar a la que precedió a la aprobación de la nueva Constitución.

El borrador de la Carta Magna, refrendado en una votación popular, fue aprobado en asamblea constituyente en ausencia de la oposición.

Al mismo tiempo, aunque la discusión sobre las reformas estuvo centrada en el tema de la reelección presidencial, en su momento algunos críticos también afirmaron que las nuevas disposiciones podían generar conflictos de competencias con las autoridades ya establecidas.

Ése fue también uno de los principales reclamos de la oposición a la nueva ley, que no establece si la justicia indígena se aplicará sólo en el caso de delitos menores, como disputas por tierras, o también en crímenes como el homicidio y el narcotráfico.

El Congreso tiene, sin embargo, un plazo de 180 días para aprobar otra norma, la de de "deslinde jurisdiccional", que deberá precisar los campos de acción de las justicias ordinaria y comunitaria.

Varios analistas han apuntado que en Bolvia, país en el que el 60% de los habitantes se identifican a sí mismos como indígenas, los dos sistemas han coexistido desde siempre.

lunes, 7 de junio de 2010

La desconfianza absoluta como realización del sueño criollo

Compras algo en un supermercado o pagas una carrera en el taxi. Entregas el billete del cual el vendedor tiene que cobrar el monto que corresponda. Éste recibe el billete y se detiene el tiempo necesario para examinar, sin atisbo de rubor, si se trata de uno verídico o falso. No importa si se hiere la susceptibilidad del comprador. Es más, creo que entre los compradores tampoco debe ser algo raro, algo que llame la atención. Total, nuestra anomia se ordena con una regla básica: desconfiar el uno del otro. El sueño criollo se ha cumplido, la "pendejada" y el "pendejo" han vencido, son amos y señores en nuestro suelo patrio. Seapoderaron, primero,


Recuerdo mucho un viaje que hicimos allá por el año 1998 con mi enamorada, hoy ya mi esposa, que nos llevó hasta Bolivia, a la ciudad de La Paz. Desde esa época en Lima se vivía "muy rápido", los limeños y las limeñas tenían fama de veloces, de "moscas". Y en aquella ciudad boliviana nos sorprendió la confianza con la que una dueña de tienda nos dejó (abierto) el teléfono que pedimos nos prestara. Las calles mostraban tiendas muy bonitas, en plena vía pública, con unos ventanales enormes y sin esas cortinas metálicas que caracterizaban desde entonces las tiendas de la Ciudad de los Reyes. Eso me recordó de alguna manera la "lentitud" de la que en el Perú éramos y somos acusados los serranos. Y me quedó muy en claro que, a diferencia de Lima,, que era un enclave de la cultura criolla y acriollada, el Cusco o La Paz eran ciudades con una mayor influencia andina. Se me vino a la mente la idea de que el principio rector seguía siendo en esas ciudades la confianza entre unos y otros. Esa confianza que en Lima pasaba a ser "cojudez" o, en el mejor de los casos, "ingenuidad".

¿Cómo han cambiado las cosas desde entonces? Creo que de manera drástica. Y, lamentablemente, creo que el avance de la ciudad de los reyes ha sido demoledor también en ese aspecto, pues hoy más que antes la desconfianza es nuestro sino social vital. Es más, con la irrupción de una radio (Radio Capital), pensada para los limeños y para el resto también, el triunfo del centralismo es evidente, a pesar de que no haya muchos "limeños puros" y de que Lima sea un "crisol del Perú". Ahora hasta los serranos ven como tontos a los serranos.

miércoles, 2 de junio de 2010

Dos artículos sobre la reacción ciudadana por la liberación de Lori Berenson

Transcribo dos artículos, el primero de Ricardo Vasquez Kunze, un abogado neoliberal, y el segundo de Carlos Reyna. En ambos se reflexiona sobre la reacción ciudadana frente a la liberación por el Poder Judicial de Lori berenson, luego de 15 años de purgar pena por delito de terrorismo. Como se recordará, ella fue miembro del Movimiento revolucionario Tupac Amaru.




Jauría

Ricardo Vásquez Kunze

No hay algo más repugnante al espíritu humano que las jaurías. Y lo es porque la jauría es la esencia misma de la animalidad. Una grey de bestias, llevada por el instinto de la cacería, es empujada a perseguir, acosar, horrorizar y, finalmente, atrapar a su presa para destazarla y devorarla en un banquete sangriento. La jauría ofende a la justicia porque, precisamente, no hay justicia en la naturaleza. Todos contra uno nunca será justo para hombre alguno, salvo que el hombre haya abandonado el cuerpo y lo haya poseído el animal. Así actuaba el terrorismo con sus víctimas. Por eso es que el terror de toda laya es el antónimo por excelencia de la civilización.

Lori Berenson, la terrorista, ha sido puesta en libertad condicional luego de 15 años en la cárcel. Así lo han dispuesto la ley y la jueza que, para todos los efectos objetivos en el mundo civilizado, son la voz de la justicia. Quienes han sido sus celadores durante tres lustros han informado que Berenson se ha rehabilitado. Que ha cumplido con todas las normas y procedimientos que el Estado peruano requiere para medir este fin en sus códigos legales.

No soy quién, a diferencia de muchos, para refutar y ni siquiera opinar contra el informe de sus celadores. Y esto por un mínimo de sentido común. Yo he estado en mi casa durante estos últimos 15 años y no en la cárcel. Por lo tanto, no puedo oponerme ni opinar sobre lo que no conozco. Si sus propios celadores dicen que Berenson se ha rehabilitado, pues ellos mejor que nadie sabrán por qué lo dicen y asumirán su responsabilidad. Lo mismo con la jueza. Desde mi sala, nadie puede conocer lo que la jueza sabe por el expediente. Entonces, cómo pretendería yo insinuar que se ha equivocado. ¿Con qué derecho, con qué razón, con qué pruebas?

Pero si esto hiere ya el sentido común, la jauría –sí señores y amigos, porque eso es– ofende la humanidad. Una histeria colectiva se ha puesto a perseguir a Berenson tal cual el terrorismo perseguía y cazaba a sus víctimas. Piquetes vociferantes en la puerta del edificio donde con todo derecho ha fijado su residencia. Declaraciones asustadizas del alcalde diciendo que por su bien mejor se vaya para que no perturbe el orden público (¿quién, Berenson o los destemplados vociferantes?), fotos en portada de la administradora del predio que la acoge (¡cómo si fuera una delincuente!); en fin, un ensañamiento intolerable para una sociedad civilizada que le niega cualquier oportunidad de cambio a un ex delincuente en su primer día de libertad.

No me tembló la mano cuando hace tiempo escribí a favor de Moisés Wolfenson luego de que tras varios años detrás de las rejas se hacía obvio un ensañamiento para retenerlo allí. Hoy tampoco me tiembla para elevar mi voz contra el ensañamiento que vive Lori Berenson. Espero, sinceramente, que se haya rehabilitado. Pero más espero que la que se rehabilite sea nuestra sociedad. Una jauría nunca es ejemplo para nadie civilizado.





La vecina Berenson

Carlos Reyna

Hay una paradójica mezcla de lo racional y lo irracional en las diversas reacciones frente a la liberación de Lori Berenson, ex integrante del MRTA.

El fallo liberador de la jueza parece tener fundamentos legales difíciles de cuestionar. Se habrían cumplido todos los requisitos para que ella resuelva de ese modo. Lo han admitido, entre otros, el presidente de la Corte Suprema, el actual ministro de Justicia, y el anterior titular del cargo.

Un examen razonable del caso Berenson mostraría que sería sincera su admisión de culpa por haberse vinculado al MRTA. Igual, su decisión de hacer una vida en paz, priorizando a su hijo y a su familia. No es raro este tipo de rectificación en ex integrantes de grupos políticos armados, incluso de sus más altos rangos.

Veteranos ex guerrilleros ahora son parte de gobiernos moderados en Uruguay y El Salvador, o han sido congresistas y gobernadores en Colombia. Dos ex jefes de los Montoneros argentinos fueron, después, un profesor de economía y un funcionario de la empresa Bunge & Born.

Del MRTA no se sabe nada hace tiempo. Decenas de ex miembros del grupo se han dedicado a la actividad legal, incluso política en varios casos. Al no haber sido celebridades de la guerrilla, se liberaron de la repulsa vecinal. Pero Lori Berenson, que no fue importante en el MRTA, sí ha sido notoria.

El rechazo a la liberación de Berenson, pese a que pueda ser explicable, ha tenido expresiones de poca razón. Un terrorista siempre es terrorista, hueles a sangre, han gritado algunos congregados frente a su casa. Como eco de la calle, varios narradores de noticias la han seguido llamando terrorista. Políticos, prestos a pescar simpatías, se han desgarrado las ropas.

El politiquero busca votos nada más. El amarillismo visual o impreso solo busca vender. La gente de la vecindad tiene temor.

Poder, dinero y miedo con frecuencia dan lugar a la irracionalidad. SL y el MRTA buscaron poder por la violencia, aportando bastante al clima irracional que produjo tanto infierno.

El miedo de la gente también tiene un fundamento racional: el deseo de vivir en paz, la disposición a mantener el barrio en calma, aunque no puedan o no quieran ver que el país o Lima siguen siendo muy violentos, con Berenson o sin ella.