viernes, 3 de mayo de 2013

Breve reseña sobre el documental The corporation, de Marck Echbar

En este documental se plantea, inicialmente, como objetivo, evaluar por qué una institución que antes era insignificante y que, legalmente, tiene poco poder, hoy tiene una presencia omnímoda en nuestra sociedad. Asimismo, de manera colateral evaluar por qué se da una falta de control público sobre dicha organización.
 

¿Qué es una corporación?

Hay diferentes miradas sobre la corporación, unas positivas y otras negativas. En el documental se presentan varias de esas concepciones.

Así, por ejemplo, se señala que una corporación es un grupo de individuos que trabajan juntos por lograr una variedad de objetivos, de los que el más importantes es generar utilidades para los dueños. Asimismo, se señala que la corporación moderna nació en la era industrial y centra sus objetivos en maximizar la productividad de la hora/hombre en todos los rubros.

Históricamente, la corporación nació como una organización perfectamente auditable por el Estado y para fines específicos, siempre en atención al interés público. Sin embargo, durante la Guerra Civil y la revolución industrial, el poder de las corporaciones empezó a crecer por la demanda explosiva de ferrocarriles. Desde una perspectiva legal, las corporaciones entendieron que requerían de más poder y aprovecharon en EEUU de la enmienda N° 14 de la Constitución (pensada para lograr la equidad en el trato a las personas negras) para introducir la concepción de las corporaciones como “personas”. Esto fue aceptado.

Desde otra perspectiva, se ha planteado que las corporaciones son organizaciones monstruosas que salieron del control de sus creadores y que los están destruyendo.
 
La corporación como persona jurídica

Se asumió legalmente que la corporación ya no es un conjunto de personas con responsabilidad, sino que es una persona en sí misma, con muchos deberes y derechos de una persona. Pero se trata de personas inmortales, que no tienen una conciencia moral, y que están diseñadas para generar ganancia en el corto plazo y beneficiar solamente a sus accionistas y no a la comunidad ni a la fuerza laboral. Es más, las corporaciones buscan externalizar los costos que el “público incauto” le permita; es una “máquina de externalizar”.

Esto se puede apreciar, por ejemplo, en las bajísimas remuneraciones que pagan en países pobres; han generado la “ciencia” de la explotación, pues han logrado maximizar la utilidad del tiempo de trabajo.

Uno de los entrevistados señala que en nuestra búsqueda de riqueza y bienestar hemos creado algo que nos va a destruir. Otro, agente de bolsa de valores, menciona incluso al Perú como el país en el que se está contaminando un pueblo por explotar el cobre que ellos venden.

Patología del comercio

El diagnóstico de psicopatía calza en las corporaciones, en tanto personas jurídicas: indiferencia a los sentimientos, no mantiene relaciones duraderas, indiferencia por la seguridad de otros, mentir por lucro, incapacidad para sentir culpa, falta de conformidad con las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal. Por tanto, cabe planear la cuestión de si la corporación fue creada a imagen y semejanza de un psicópata, ¿quién tiene la responsabilidad moral de sus acciones? Una corporación es una estructura legal artificial

Obligaciones monstruosas

Puede asumirse que todo ser humano es una “persona moral”. Pero todas las personas en determinadas circunstancias podrían operar una cámara de gas o ser un santo.  Hay que distinguir el rol de las instituciones del de las personas. Es por ello que buenas personas (padres, esposos, patrones) terminan siendo directivos monstruosos de una corporación.

Una de las consecuencias más funestas de esta diferencia entre las personas y las instituciones es que en la devastación hay una oportunidad para hacer buenos negocios.

El asunto de los límites

Con  la desregulación, la privatización y el comercio libre estamos viendo otro cerco, otra apropiación privada de espacios comunes. La apropiación de esos espacios comunes (tierra, agua, aire) no es creación de riqueza, es la usurpación de la riqueza. ¿Quién crea la riqueza?, ¿esta se da solamente cuando es privada?, ¿cómo se llama el agua limpia, el aire puro y un ambiente seguro?, ¿no son riquezas?, ¿por qué se llama riqueza solo cuando una entidad lo cerca y lo convierte en propiedad privada? Durante los últimos siglos se han pasado más cosas al dominio público.

Noam Chomsky: la privatización es tomar una institución pública y dársela a una tiranía irresponsable.

Un ejecutivo de Nike manifiesta su punto de vista favorable a que la propiedad privada se generalice en el mundo sobra cada porción de espacio. Esa sería una solución a los problemas actuales.

Entrenamiento básico

Al igual que otras instituciones (como las iglesias, la escuela, los partidos políticos, etc.), la corporación nos da unas virtudes, un rol social, que es el del buen consumidor. Se exalta el rol del consumidor, su poder. Noam Chomsky afirma que las corporaciones deben lograr consumidores no pensantes que consumen lo que no necesitan (“filosofía de la nimiedad”). Y debe a través del mercadeo captarse a esos consumidores y qué mejor desde niños.

Las corporaciones nos están enseñando a pensar de cierta forma desde hace mucho tiempo. Y cuando se trata de la propia corporación, nos enseñan que esta es una institución inevitable, eficiente, indispensable y responsable del progreso y de la buena vida.

Gerencia perceptiva

“Es una metodología que nos ayuda, cuando trabajamos con los clientes, a pasar por un proceso sistemático y poderlos ayudar a identificar cuántos recursos tienen, cuáles son las barreras para su éxito”.

Desde la perspectiva de la “gerencia receptiva” se ha trabajado la idea de que las corporaciones usan el dinero de los contribuyentes para hacer buenas obras; eso mejora su imagen, desde luego, pero a la vez reduce sus impuestos.

Una celebración privada

Naomi Klein señala que la apropiación del espacio público por publicidad es más que publicidad, es producción. Las corporaciones del futuro, más que productos, producen marcas. Y es un proyecto sumamente invasivo, se quieren construir refugios privatizados marcados. Como si la civilización fuera una serie de intercambios exclusivamente comerciales.

Hoy, conforme a los criterios de la Corte Suprema de los EEUU se pueden patentar todo tipo de seres vivos, excepto los humanos. Si la humanidad no reacciona, en unos diez años unas pocas compañías serán dueñas de los genes de la evolución de nuestra especie.

En esa línea, se puede apreciar que las corporaciones tienen una larga historia de justificar los gobiernos tiránicos. El fascismo llegó al poder en Europa con la ayuda de las grandes corporaciones. Hubo un pacto entre las grandes corporaciones de EEUU y la Alemania Nazi.

El poder de las corporaciones, si se las compara con hace 50 o 60 años, ha crecido, porque por al haberse convertido en entidades globales, los gobiernos han perdido la posibilitad de controlarlas. “El gobierno y la industria se consultan y trabajan juntos”.

¿Por qué hoy en día las corporaciones hablan de responsabilidad social? Es mejor, en todo caso, que el discurso sea en ese sentido y no en el contrario; ahora bien, esto de la responsabilidad social es una propuesta propia de las corporaciones. ¿Por qué tiene que decidir que es “socialmente responsable” ellas? Ese no es su campo. Eso le corresponde al gobierno.

Naomi Klein señala que en las corporaciones hay grietas y fisuras. De esa manera, se afirma que lo que se necesita es estudiar las raíces de la forma legal que creó esta bestia y tenemos que pensar quién puede hacerlos responsables.

Como individuos debemos aceptar la responsabilidad de nuestras acciones colectivas.

Los pueblos de Licking y Order hicieron historia al aprobar Ordenanzas que eliminan los derechos de las corporaciones como “personas”.
Pego abajo el video: